CUIDADO CON EL DULCE
Para reducir el azúcar en la dieta se puede recurrir con moderación a los endulzantes, pero no todos son recomendables.
AZÚCARES LIBRES
La Organización Mundial de la Salud recomienda que, tanto en niños como en adultos, el consumo de «azúcares libres» no represente más del 10% de la ingesta energética diaria. Para un adulto que consuma 2.000 calorías significa que no debería consumir más de 25 g de estos azúcares al día. Lo deseable es reducir esta cantidad a cero o cerca de cero. Azúcares libres son los añadidos (refinados o sin refinar) a los alimentos por los fabricantes, cocineros o consumidores, y los azúcares presentes en zumos y néctares de frutas.
AZÚCARES SINTÉTICOS
Los azúcares añadidos y edulcorantes utilizados por la industria alimentaria son principalmente oligosacáridos, glucósidos naturales y alcoholes de azúcar. También encontramos edulcorantes artificiales bajos
en calorías que proporcionan un dulzor igual de intenso que la sacarosa y que se utilizan en dosis muy bajas.
DAÑAN LA MICROBIOTA
Conocemos los problemas de salud asociados al consumo de azúcar, como la diabetes o la obesidad. Pero también conocemos cada vez más las alteraciones ocasionadas en la microbiota intestinal beneficiosa por un consumo elevado tanto de azúcares como de algunos edulcorantes artificiales.
La sacarina, la sucralosa y el aspartamo desplazan poblaciones de bacterias digestivas beneficiosas y provocan modificaciones en el ecosistema intestinal que se relacionan con una mayor tendencia a ganar
peso, según un estudio del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel. Es decir, con estos edulcorantes se puede conseguir el efecto contrario al deseado.
CON EFECTO PREBIÓTICO
Algunos edulcorantes de la categoría de los polioles como el eritritol, el sorbitol y el manitol no parecen afectar a la composición de la microbiota. Otros, como el isomalt, el xilitol, el maltitol y el lactitol pueden alimentar y favorecer el desarrollo de bifidobacterias beneficiosas. Pueden tener efectos laxantes, sobre todo en personas con inflamación intestinal.
EL PODER DE LA ESTEVIA
Los edulcorantes obtenidos de la hoja de la estevia (glucósidos de esteviol) no tienen efectos perjudiciales conocidos, pero conviene recurrir al polvo seco de hojas, que contiene principios activos que ayudan a regular la glucosa en sangre.