“El bienestar no tiene fecha de caducidad”
Si no nos ponemos límites y pensamos que siempre podemos mejorar y aprender más, el cerebro crecerá con nosotros.
Es posible cambiar nuestro cerebro. Nuestra mente y cerebro no son fijos, siempre pueden seguir ampliando horizontes. Así lo explica en su libro
Educa tu cerebro (Ed.Grijalbo) David Bueno, doctor en Biología, especialista en neuroeducación y autor de numerosos libros de éxito, como El cerebro del adolescente.
–¿Por qué no sacamos el máximo partido a nuestro cerebro?
–Es importante vivir experiencias, adquirir conocimientos y no ponernos límites. Cuantos más conocimientos tenga una persona, más fácil le resultará adquirir conocimientos nuevos.
–¿Cuál es la importancia del juego en la capacidad de educar a nuestro cerebro?
–El juego es el comportamiento instintivo para adquirir conocimientos nuevos. Los niños y las niñas no juegan para divertirse, juegan para aprender. Es una forma controlada, relativamente segura, de adquirir conocimientos relacionándose consigo mismos, con su entorno, con sus amigos, con los adultos... Los adultos deberíamos movernos en los mismos parámetros, con esa diversión que asociamos al juego, y vivir las experiencias incorporando esta sensación de recompensa y diversión. No deberíamos perder nunca esta capacidad de ser niños y niñas.
–Cuéntenos la diferencia entre bienestar y felicidad...
–La felicidad es un pico muy intenso de placer que es efímero, que dura un tiempo, pero se termina. El bienestar es sentirse razonablemente a gusto contigo mismo, con tu entorno y con aquello que estás haciendo. El bienestar no tiene fecha de caducidad, tiene altos y bajos, por supuesto que sí, pero puede durar para siempre. Hay estados emocionales incómodos, como la tristeza, o la frustración, que tienen cabida dentro del bienestar, porque son los que nos permiten reactivarnos.
–En el libro haces referencia a la mentalidad de crecimiento. ¿Podrías explicarnos de qué se trata?
–La tienen las personas que piensan que siempre pueden ir un pasito más allá. Son personas optimistas, les es más fácil encontrar motivación. Eso hace que se esfuercen más, porque se sienten cómodas con lo que están haciendo.