Alternativas al gas natural en casa
El fin de las calderas de gas está anunciado. Si se cambia a un sistema limpio, se puede disfrutar de subvenciones.
Con el objetivo de reducir las emisiones de gases causantes del cambio climático al menos en un 55% en 2030, llega desde la Unión Europea una nueva directiva sobre eficiencia energética que afectará a los combustibles fósiles que usemos en casa, como el gas. ¿Se prohíben las calderas de gas en las casas? No, puedes seguir teniendo caldera de gas para calentar el hogar, pero se acaban las ayudas y subvenciones que incentivan su instalación en los Planes Renove. La consigna es «no más calderas en edificios nuevos». Esta es la propuesta de la Directiva sobre Eficiencia de Edificios, que aún no está aprobada. En los nuevos edificios y en las grandes reformas o en la renovación de la calefacción en inmuebles ya existentes, no se instalarán calefacciones que empleen combustibles fósiles como el gas. Y así progresivamente hasta llegar a 2035 (máximo 2040).
Alternativas al gas. Existen alb ternativas más eficientes que la tradicional caldera eléctrica con resistencias: la iónica (que usa la corriente alterna en lugar de una resistencia) y la de inducción (con electroimanes). Mención aparte merece la bomba de calor para aerotermia con un consumo cinco veces menor: sus fabricantes estiman que instalando 60 millones de sistemas en edificios hasta 2030 disminuirían un 46% las emisiones de CO2 y un 40% los óxidos de nitrógeno. Además, se reduciría un 20% el precio de la energía para los hogares. Las calderas de biomasa, que emplean como combustible pellets (o bien leña, más usada en áreas rurales), requieren instalar el tubo de salida de humo por la cubierta o el tejado.
Incentivos para el cambio. Se puede desgravar el 20% de la inversión en la rehabilitación si se logra reducir un 7% el gasto de energía en climatización, y un 40% si se logra una etiqueta energética A o B.