“Conocer el cerebro ayuda a aprender mejor”
Unir el conocimiento de las neurociencias con la educación aporta nuevas formas de aprender más eficaces.
Pionera en neuroeducación, Anna Forés, pedagoga e investigadora en neurociencias aplicadas a la educación, afirma que entender cómo funciona el cerebro ayuda a un mejor aprendizaje. Dirige en la Universidad de Barcelona la primera cátedra en Neuroeducación junto a David Bueno, y destaca como escritora prolífica con varios libros. La entrevistamos con motivo del V Congreso de Neuroeducación, celebrado en Barcelona, que ha sido todo un éxito.
–Denos alguna clave para «activar» la memoria y recordar mejor...
–La memoria hay que ejercitarla de forma directa, como, por ejemplo, haciendo cosas nuevas. Al cambiar el recorrido que hacemos para ir de un lugar a otro, ya la estamos trabajando. También de manera indirecta, al comer y dormir bien y al hacer ejercicio. Otra clave es no depositar nuestra memoria solo en la tecnología, y ejercitarla al intentar recordar fechas de cumpleaños y teléfonos.
–Con la edad, el cerebro no deja de aprender, pero desaprender es otra cosa. ¿Qué ayuda a desaprender, por ejemplo, si hay un cambio de hábitos, de creencias?, ¿cómo consolidar ese cambio?
–Aprender para nuestro cerebro es muy fácil. Es instintivo, nacemos para aprender. Somos la única especie que estamos aprendiendo ya desde el principio y durante toda la vida. Cada experiencia, cada aprendizaje, es una conexión neuronal. En cambio, para nuestro cerebro desaprender es una operación casi titánica, porque tienes que tener un circuito en paralelo más fuerte y más potente que el aprendizaje primero. Se trata de hacer un aprendizaje en paralelo de esa nueva manera de ser, de hacer, que sea tan potente como la primera, para que entonces el cerebro, que es supereficiente, elija este segundo camino. Por eso, la repetición funciona, porque es la forma de ir creando ese segundo camino y nuevas conexiones neuronales que lo hacen más fuerte respecto al primero.
–¿Cómo participa el entorno en el aprendizaje?
–Cada vez sabemos más del ambiente de los espacios educativos, de la temperatura, la luz y la naturaleza, que corroboran que el espacio es el tercer maestro porque es una prolongación de nuestro cuerpo. Vamos a cuidar que sea lo más natural posible, que invite al movimiento, a estimular sin sobreestimular y a que nos sintamos con bienestar.