SUSTANCIAS ESENCIALES
Algunos alimentos vegetales contienen sustancias con efecto antiinflamatorio que conviene tener en cuenta en nuestra dieta.
SULFORAFANO
Es el responsable de que las crucíferas sean tan interesantes para nuestra salud; pero para que la glucorafanina se convierta en sulforafano, debe entrar en contacto con la enzima mirosinasa al cortarla, rallarla o masticarla. El sulforafano es el encargado de activar el gen NRF2, involucrado en la capacidad antioxidante, antiinflamatoria, desintoxicante y protectora celular del organismo.
BETACAROTENOS
Son los fitoquímicos que encontramos en las verduras de color naranja. Conocidos por cuidar la vista y la piel, deben mezclarse con grasas saludables para ser correctamente absorbidos. Además, esta absorción aumenta si cocinamos las verduras. Estas sustancias, además de antioxidantes, son precursoras de la vitamina A.
CAPSAICINA
Esta susancia picante, que se encuentra en los pimientos, ha probado un efecto antiinflamatorio al disminuir la producción de moléculas inflamamatorias, como la ciclooxigenasa nasa tipo 2 (COX-2), la prostaglanlandina (PGE2) y el óxido nítriítri- co sintetasa inducible (iNOS). OS). Puedes tener en la mesa cayena molida para aliñar cualualquier plato. No conviene e recurrir a las salsas comerciales. ales.
BETAGLUCANO
Es un tipo de fibra que se encuentra en las setas, la avena y algunas algas. Tiene la característica de estimular el sistema inmunitario. Además, mejora la microbiota intestinal y previene el estreñimiento y otras molestias digestivas.
QUERCETINA
Es un antioxidante que también posee acción antihistamínica. La encontramos en la familia de las liliáceas (cebollas, puerros, etc.), las alcaparras, las manzanas o las bayas. Mejora el sistema cardiovascular, reduce la tensión arterial y protege los riñones.
COENZIMA Q10
El poder antioxidante de esta molécula, también llamada ubiquinona, es bien conocido, así como sus efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular. Además apoya el funcionamiento de las mitocondrias, las centrales de energía en las células. Se encuentra en alimentos de origen animal y también en verduras, como el brócoli o la coliflor, o en cereales integrales germinados.