Burbujas de lujo
Con un estilo inquebrantable y más de dos siglos de conocimiento, Perrier-jouët sigue sorprendiendo con sus ‘cuvées’ elegantes y forales, un brindis artesano y exclusivo que no puede faltar en tu mesa.
Sin amor no existiría Perrier-jouët, una de las bodegas más famosas de la región francesa de Champagne. Un amor que en 1810 unió a Pierre Nicolas Perrier (descendiente de una conocida familia de viticultores y artesanos) y a Adèle Jouët (heredera de una importante saga de comerciantes) y dio como resultado la Maison de Champagne. Desde entonces solo siete chefs de caves han velado por la calidad de sus vinos y han transmitido de unos a otros las tradiciones y los secretos que se esconden tras las notas elegantes y florales de estos vinos de lujo. Hoy es Hervé Deschamps quien, con intuición y mucha experiencia, selecciona las parcelas que se exprimirán en cada cuvée creando una obra única que expresa la calidad, el encanto, la elegancia y la delicadeza de esta Maison. La gama Perrier-jouët Belle Epoque es la expresión perfecta del estilo Perrier-jouët, cada uno de ellos son como un diamante recién tallado. Vinos elegantes, frescos y sedosos. Una explosión de exuberantes notas florales que adquieren su máxima expresión en una botella que es una obra de arte única. Cualidades ampliamente valoradas en los eventos más exclusivos. Perrier-jouët se sirve en bodas reales (como la de Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock); no falta en la gala de los Óscar en Los Ángeles ni en el Festival de Cine de San Sebastián, incluso aparece en la gran pantalla de la mano de Quentin Tarantino (Malditos bastardos). Un brindis que tú te mereces.