AL RICO PLÁTANO
Sabrosa, versátil y nutritiva, la fruta preferida de niños y deportistas es un ‘must’ a escala ‘global’, con multitud de beneficios para la salud. Esta es su radiografía.
Te desvelamos todos sus beneficios.
En Urugay y en Argentina los llaman bananas; en Colombia, guineos; en Venezuela, cambures, y en tu casa, plátanos. El origen de todos cuelga, en forma de racimo, de un mismo lugar: grandes plantas herbáceas (ojo, no son árboles) de la familia de las musáceas. Existen más de mil variedades (algunas, con diferencias imperceptibles), aunque son tres los grupos que más se comercializan: los comestibles crudos (Musa cavendishii), los enanos (conocidos como bananitos, Musa x paradisiaca) y los macho (Musa balbisiana).
Nativos de Asia y Oceanía, los plátanos llegaron a África y al Mediterráneo en el siglo V (a Canarias, en el XV); hoy son la cuarta fruta más cultivada del globo, por detrás de los cítricos, las uvas y las manzanas y con la India, Tailandia, China y América Central como principales focos de exportación. En Europa hay tres territorios que cumplen los requisitos que exige su cultivo: Canarias, Madeira y las Antillas francesas. «Se requiere un clima subtropical, muchas horas de luz y una temperatura media de entre 18 y 20 oc», explican desde la empresa española Europlátano, que cuenta con la marca premium Gabaceras, ganadora del sello de calidad Sabor del Año. Nuestro país puede presumir de contar con la única indicación geográfica protegida del continente: Plátano de Canarias. «La mayor diferencia en comparación con la banana que llega del otro lado del Charco es que se recolecta en el momento óptimo, no con antelación para transportar el producto. Esto potencia su sabor y aumenta la consistencia en la pulpa», especifican.
¿Una curiosidad? Olvídate de que engordan (con más hidratos, las calorías de una pieza son parecidas a las de una manzana, unas 70). Te aportarán, eso sí, fibra, potasio, vitamina B6 e inulina (ideal para el tránsito intestinal). Así que... ¡piensa en amarillo!