UNA Y MIL NOCHES DELI
Pon rumbo al Royal Mansour, un exótico oasis de lujo, calma y felicidad en el reino alauí.
La calma y la felicidad se dan cita en el exótico y exclusivo Royal Mansour.
El monarca de Marruecos buscaba un lugar apropiado para alojar a sus huéspedes, pero nada lo convencía. Así que hizo llamar a los mejores artesanos del país para construir una espectacular propiedad en el corazón de Marrakech: el Royal Mansour. Considerada el mejor hotel de África, esta obra de arte arquitectónica de estilo árabe es un mix entre un palacio oriental y una medina de cuento, con sus callejuelas sinuosas, sus plazoletas recónditas y sus exuberantes jardines. No existen habitaciones, sino riads. Y, para aumentar el misterio, una red oculta de túneles impide ver a los empleados, lo que provoca la sensación de que todo ocurre por arte de magia.
Yannick Alléno, el triestellado chef parisino al mando del universo gastronómico de este imponente espacio, ofrece opciones para todos los gustos. En La Grande Table Marocaine triunfan las especialidades marroquíes, como las sh’hiwates, el cuscús de verduras a la crema, el tayín de dorada royal con aceitunas moradas o el plato estrella, la paletilla de cordero a baja temperatura. Sin olvidar los irresistibles dulces locales elaborados a diario.
Si prefieres una cocina innovadora y con un twist de inspiración francesa, el restaurante La Table borda platos como el foie gras de pato con bayas rosas y gelée de granada. Y si buscas un plan más desenfadado, nada como compartir las creaciones con acento asiático y toques mediterráneos en la terraza de Le Jardin: sashimi, tapas, ceviches y pescados a la brasa para disfrutar entre palmeras, olivos y naranjos al borde de la piscina.