CLARA DÍEZ QUESERÍA CULTIVO
Más que una tienda, regenta un templo donde afina con cariño productos difíciles de encontrar por su limitada manufactura.
Tu destino a veces se presenta en forma de llamada telefónica. Fue lo que le ocurrió a Clara Díez cuando uno de sus actuales socios, Rubén Valbuena, se puso en contacto con ella para hacerle una propuesta profesional que marcaría su vida. Un proyecto que nacía por y para un único producto: el queso. Así surgió Quesería Cultivo, que abrió sus puertas allá por 2014 en la céntrica calle madrileña del Conde Duque (concretamente, en el número 15, aunque ahora también están en Carrera de San Francisco, 14). Su objetivo: dar a conocer a los cheese
lovers producciones artesanales de calidad. Para esta joven, que volvía a su tierra después de residir una temporada en Londres, la llamada de Rubén supuso el inicio de una bonita aventura: por un lado, contribuía a promocionar delicias que suelen tener una producción limitada; por otro, compraba referencias con una baja maduración para encargarse de afinarlas, dejarlas envejecer y, luego, venderlas. La tienda se ha convertido en un verdadero templo para los amantes de quesos y lácteos, en un punto de encuentro donde aquellos que adoran este alimento son bendecidos con creaciones y sabores que sus papilas gustativas tardarán en olvidar. Cada queso tiene una historia, un nombre propio y unas características que lo hacen único. En Cultivo lo saben, lo respetan y se lo transmiten a sus clientes. Por eso el lugar resulta tan especial.
Clara reconoce que comenzaron como una pequeña tienda de barrio, pero, a lo largo de estos cuatro años de trabajo, han evolucionado (aunque siempre queda mucho por hacer). Ahora, por ejemplo, también son una plataforma de formación para emprendedores que deseen poner una quesería y ofrecen talleres en sus locales que acercan el queso a sus clientes. Todo el mundo sale de la tienda sabiendo algo nuevo, valorando el esfuerzo que se esconde detrás de cada pieza artesanal. Cuando se le pregunta a Díez por su variedad preferida, se muestra rotunda: elige Tasugueras, una creación cremosa made in Cultivo.
«CADA QUESO TIENE SU PROPIO
ADN Y SU HISTORIA, UN NOMBRE Y UNAS CARACTERÍSTICAS QUE DEBES CONOCER EN PRIMERA PERSONA
PARA VALORARLOS Y TRANSMITIRLOS»