Deliciosa democracia
Después de años dedicado a la alta cocina, el chef andaluz abre ‘brasserie’ en Madrid y se lanza a dar de comer a todo el mundo.
Cuando llega con su equipo a nuestra cita, Dani García (Marbella, 1975) derrocha humildad y simplicidad –que no simpleza–. También lo hace durante la entrevista, en la que se muestra tranquilo, con una energía sin límites y los propósitos claros. La ilusión se le asoma a los ojos cuando habla sobre sus proyectos presentes y futuros, esos que se cuecen en la cabeza de un genio de los fogones y un emprendedor empedernido. Aunque él se describe a sí mismo como «un tío excesivamente normal» –y, en las distancias cortas, lo notas–, su historia y su carrera profesional demuestran que se trata de una persona especial. Casi un año después de cerrar las puertas de su tres estrellas Michelin, en Marbella (en el local donde el pasado mes de junio inauguró su nueva marca de steakhouse, Leña), y tras los éxitos cosechados en Madrid con Bibo y Lobito de Mar, el aclamado chef malagueño apuesta otra vez por la capital para inaugurar, de la mano de la firma Four Seasons, el restaurante en el que hoy nos recibe: la brasserie Dani.
UNA CARTA BIPOLAR
En la azotea del recién inaugurado Four Seasons Hotel Madrid (Sevilla, 3), la carta de Dani representa a la perfección la categoría del lugar que lo acoge. Su filosofía combina las ideas de hotel y de gran lujo, mezcla dos polos que se atraen y que se acoplan para dar lugar a un templo foodie 360o. Lo explica el maestro: «¿Qué esperas del restaurante de un hotel? Esperas que haya una hamburguesa. Pues aquí encontrarás la mejor hamburguesa que tenga que ver con Dani García. Y,
como vienes a un Four Seasons, esperas que en un hotel de este tipo haya platos icónicos. Pues los hay. Aquí vas a encontrar un concepto ecléctico y para todo el mundo: puedes tomarte una gran pasta o un gran sándwich, pero también un tomate nitro o una anchoa con trufa». ¿El factor clave que le aporta equilibrio a este binomio? Sin duda, la excelente calidad del producto.
PROYECTO A GRAN ESCALA
Dani García es el artífice de creaciones gastronómicas que ya arrasan en España y en Catar y que pronto seguirán expandiéndose por el escenario internacional. No en vano, cuando decidió interrumpir la actividad en su espacio triestrellado, sabía cuál era su nuevo sueño: pasar de dar de comer a 10.000 personas al año en el firmamento a dar de comer a más de medio millón en todo el planeta. A pesar de los efecto de la pandemia, el propósito sigue vigente. «Eso sí, el bloque entero de fechas que habíamos previsto para 2020 se ha retrasado unos cinco meses», admite. ¿Sus próximas aperturas? Minük y Casa Dani en Nueva York, Bibo y Lobito de Mar en Miami y un pop-up de Bibo Beach House en una isla del Mar Rojo, cerca de Yeda. Constituirán el principio de una aventura a escala global.
En lo que se refiere a la familia, no lo duda: «Tengo dos, la de mi casa y la de mi trabajo». La primera la disfruta más tiempo desde que dejó la haute cuisine, y sobre la segunda subraya que «es la gente que lleva años viviendo éxitos, fracasos, sufrimiento, pena
«Para que un restaurante alcance el éxito, el 80 por ciento tiene que ser sentido común.
El 20 por ciento restante es cuestión de magia»
y gloria» a su lado. «Eso también es familia». Y, como donde caben dos caben tres, nos desvela cuál es la tercera familia que ha creado. Fruto de un enorme trabajo al que le ha dado forma y gusto durante el confinamiento, este otoño pone en circulación La Gran Familia Mediterránea, la incursión de Dani García en el mundo del delivery, que contará con cocinas fantasma en Madrid, Barcelona y Marbella. Es un proyecto con el que se siente especialmente ilusionado y que le permite zambullirse en un universo en el que cambian las reglas del juego. De espíritu «muy canalla y muy familiar», revoluciona la experiencia del arte de comer, adapta el ticket medio a unos 20 o 25 euros, ofrece varios tipos de cocina en un solo lugar y se aleja del restaurante para acudir directamente a nuestras casas. Con secciones especializadas en algunos de los tipos de gastronomía que más se consumen a domicilio (japonesa, barbacoa y healthy food, entre otros) y de la mano de la plataforma de distribución Just Eat, si te encuentras en una de esas tres ciudades, estás de suerte: ya puedes disfrutar de las creaciones del marbellí en tu propio salón. ¿Algo que no debamos perdernos de La Gran Familia Mediterránea? No tarda ni un segundo en confesarlo: es imprescindible probar todos los helados.