GUSTA AQUÍ, GUSTA ALLÍ
Compañero perfecto de los clásicos de Galicia, el albariño Rías Baixas hace cotizar al alza los platos de cualquier rincón del mundo. Pruébalo con los ‘hits’ de México.
El albariño y su romance con México.
Se te hace la boca agua pensando en los secretos del nuevo Barracuda MX, de Roberto Ruiz y ubicado en Madrid, y sueñas con volar a Jalisco o al D.F. para sumergirte en las recetas locales, ¿verdad? Definitivamente, la gastronomía mexicana cotiza al alza, y lo hace aún más con el maridaje perfecto. En este sentido, una apuesta segura y que rompe con cualquier tópico es el rey indiscutible de los vinos gallegos, el albariño de la D.O. Rías Baixas: sus notas afrutadas y untuosas y su equilibrada acidez disparan el sabor de las recetas aztecas.
Como sabes, la bebida con la que acompañas la comida es capaz de transformar las sensaciones que transmite un plato, y, en el caso de la cocina mexicana, existen elaboraciones que piden a gritos tender puentes con Galicia y descorchar una botella de albariño Rías Baixas. Y no hablamos de los imprescindibles ceviches o de los tacos de pescado (que también, por supuesto), sino de opciones más arriesgadas que son una explosión de especias y aderezos, con los matices del picante, el limón verde y el cilantro: las carnitas de Michoacán, las enchiladas, los panuchos, los chilaquiles... Todos encuentran el aliado ideal en el albariño Rías Baixas. Así que prepárate, porque la última fusión gastro de moda, la que une Galicia con el otro lado del océano, está aquí... y allí. Y está padre.