Mía

¡Al agua, gatos!

Son de los animales más limpios, y eso de que no les gusta el agua no es del todo cierto. Sigue estos consejos y verás cómo disfrutan de la hora del baño.

- Por ELENA GÓMEZ

El baño se le debe inculcar entre su primer y segundo mes de vida, ya que en este tiempo el gato está en la etapa de sociabiliz­ación y es más receptivo a nuevos hábitos y costumbres. Pero sigue leyendo, porque tampoco se trata de meterlo directamen­te en el agua sin más.

Preparados...

Antes de comenzar con el momento del baño, es importante dedicar el tiempo necesario a que el gato se relaje, hablándole y dándole una dosis extra de caricias y mimos. De esta manera, después no asociará el momento del aseo con algo estresante. Incluso es convenient­e que sea siempre la misma persona la que se encargue de bañarlo.

... Listos...

Nunca utilices agua fría, que le va a ocasionar un estrés importante. Se debe utilizar siempre agua tibia, tanto en invierno como en verano, dejando correr el grifo para que el gato se acostumbre al ruido. Champú específico, toallas, secador... Tener a mano todo lo necesario es lo mejor para que la Operación Baño se desarrolle con agilidad y no transmitas insegurida­d a tu minino. Importante: ponle tapones de algodón en los oídos para que no le entre agua y prevenir así posibles enfermedad­es.

... ¡Ya!

Moja poco a poco el cuerpo de tu mascota, al principio con la mano y después con la esponja. Al aplicar el champú, hazlo con mucha suavidad, acariciánd­olo. Por supuesto, hay que aclararlo muy bien para retirar el champú del todo, ya que si dejamos restos podrían producirle alergias o picores. Si utilizas la ducha para enjuagarlo, se asustará. Llega el momento de secarlo: primero con una toalla, para retirar el máximo de agua, y luego con el secador. Conéctalo antes para que el ruido no lo asuste y recuerda que debes secarlo completame­nte.

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