Nuestros gozos y sombras...
“Me he equivocado mucho a lo largo de mi carrera, pero no me arrepiento”, dice la actriz salmantina.
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4 Goya a la Mejor Actriz de Reparto por Secretos del corazón, es una de nuestras actrices más reconocidas.
NOS GUSTA Que, según dice, ha decidido “imponerse decir siempre que no”. Y su miedo-pasión por su trabajo: “Soy como tísica, lo oigo todo, desde el patio de butacas hasta lo que hablan entre cajas”.
De raza. Esta mujer es de raza. Una belleza castellana, como dice Manuel Vicent. De repente un día, ¡felices nosotros!, apareció Charo López en el orbe del cine español y, con su voz rotunda, tan de heroína de tragedia griega, con su risa descaradísima, imposible de frenar, comenzó a desempolvarnos el gris del franquismo, tantos años de estar agachados, por debajo de la estatura de nuestra propia vida. ¿Qué tenía que ver esa risa desbordante con los gorgoritos de las folclóricas de los años cuarenta? Esos ojos oscuros, negros como el mineral de las reivindicaciones de Víctor Manuel, que comenzaban a sonar por esa época, miraban de frente y devoraban. Ella, que era hija de franquistas...
MARÍA DEL ROSARIO LÓPEZ PIÑUELAS nació en Salamanca en 1943. Estudiante de Filosofía y Letras, alumna de Lázaro Carreter y Torrente Ballester,
GONZALO SUÁREZ, ANTONIO GIMÉNEZ RICO, Fernando Fernán Gómez... le dieron sus primeros papeles en el cine, algo que comenzó a compaginar con diversos trabajos en obras de teatro de Televisión Española. El mismo Buñuel se fijó en ella y la quiso para La Vía Láctea, pero el sindicato de actores francés impidió su participación por tratarse de una desconocida. “Buñuel quería una virgen ligera de cascos y, cuando me vio, dijo: ‘Esta es mi Virgen’. Pero luego recibí un telegrama que ponía: ‘El sindicato de actores francés no admite a una actriz extranjera que no tiene un nombre en la industria’. Y me vine abajo. Así que empecé mi carrera con un gran fracaso”.
ESE FRACASO SE TRANSFORMÓ EN EL ÉXITO de Los gozos y las sombras (1982), la serie que abría una época. “No sólo me hizo famosa, que eso no es un mérito, sino que me proporcionó el éxito, y cuando llega el éxito estás más allá de todo”, ha dicho al respecto. Liberación era lo que traía ese éxito. Para ella y para todos nosotros. Le pidieron que hiciera una escena de masturbación, y como aún había censura le exigieron que la hiciera en un plano lejano, para que pareciese que estaba enferma. “Yo no sé hacer eso a cien metros”, espetó. La rodaron en planos cortos. “Quedó una escena cumbre. Maravillosa”, dice ella, a quien no le gusta nada verse en pantalla. “Perdí el miedo con esa serie”. Lo perdimos, Charo.