Mitos y verdades sobre los antibióticos
Están presentes en la mayoría de los botiquines de nuestras casas. Y solemos recurrir a ellos más a menudo de lo que debiéramos. Por eso, ¿qué es falso y qué cierto sobre lo que se dice de estos fármacos? Te lo desvelamos.
“Dañan la flora del estómago”
VERDADERO. “El intestino está poblado de un trillón de bacterias que componen la microbiota o flora intestinal y que es propia de cada persona en relación con su genética, medio ambiente y alimentación”, explica la doctora Asunción Guerri, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Vithas Nuestra Señora de América (Madrid). Y agrega: “Los antibióticos no sólo destruyen las bacterias patógenas (las que producen enfermedades), también afectan a las bacterias que componen nuestra flora”. Una vez que se suspende el tratamiento con ellos, la mayoría de las veces la situación se revierte y se recupera una flora similar a la previa.
Pero ¡ojo!, “en estudios recientes se ha comprobado que puede haber cepas que tarden años en recuperarse. Todo esto puede producir síntomas como diarrea y favorecer el crecimiento de otras bacterias que habitualmente no lo hacen (por ejemplo, clostridium dificille) y de hongos, sobre todo en la mucosa oral y vaginal. Para solucionarlo, lee el recuadro a la derecha.
“Producen cansancio”
FALSO. ¿Cuántas veces has escuchado que sentirse con menos vitalidad es normal cuando se toman? Sin embargo, “no está demostrado que tomar antibióticos produzca ese efecto. Este cansancio que se les asocia la mayoría de las veces es atribuible a la propia enfermedad infecciosa y no a un tratamiento con ellos”, apunta la misma doctora. “TOMAR PROBIÓTICOS (bacterias que se han demostrado beneficiosas para la salud y que repueblan las naturales y buenas que hay en nuestro organismo, en la microbiota) puede ayudar en algunas ocasiones a paliar los daños que los antibióticos producen”, dice la doctora Guerri. “Existen estudios que empiezan a dar evidencias en este sentido. Los probióticos más conocidos son los lactobacillus y los bifidobacterium”. ¿Dónde los encuentras? En yogures, bebidas lácteas y otros productos enriquecidos con ellos.
PROTEGE TU FLORA INTESTINAL
“Quitan el apetito”
VERDADERO. “Parece que puede existir cierta evidencia científica de estos síntomas en relación con la alteración de la flora intestinal, además -lógicamente- de que también se derive de la propia enfermedad que se padece”, agrega Guerri.
Por otra parte, también se cree que pueden interferir en determinadas hormonas que intervienen en el proceso del apetito y aumentarlo. Martin Blaser, director del programa del Microbioma Humano de la Universidad de Nueva York, ha comprobado que a los ratones de laboratorio les ocurre lo mismo que al ganado al que se le inyecta antibióticos para