Mía

CULTIVA TU PRIVACIDAD

-

sobre la otra persona. Y, por otra parte, se puede caer en el error de dar buscando una compensaci­ón, y así generar en el otro la obligación de tener que satisfacer nuestras necesidade­s”, añade la coach.

¿POR QUÉ OCURRE? Cuando estamos enamorados, cuando acabamos de iniciar una relación, solemos verter sobre la otra persona todo lo bueno: ella es única, tiene la virtud de agradarnos, satisfacer­nos, querernos... como nadie. “Esa fantasía, esa confusión, nos termina volviendo dependient­es del otro”, agrega.

¿QUÉ PODEMOS HACER? Somos autónomos, libres, cuando damos sin esperar nada a cambio, por el simple hecho de dar amor. No busques contrapres­taciones; es una forma de atar al otro y, sobre todo, de atarte tú sin ser consciente: te estás generando necesidade­s y dejando su solución en manos de otro (no es lo mejor, aunque sea tu pareja).

TOMA TÚ TUS DECISIONES

Compartir la vida no significa delegar en el otro nuestras responsabi­lidades, y entre ellas está la de tomar decisiones. ¿A qué nos abocaría eso? A tener menos confianza en nosotras mismas, ya que de esa forma nos situamos en un plano inferior y no de igual a igual; nos volveríamo­s dependient­es y ‘tensaríamo­s demasiado la cuerda’: ¿no puede nuestra pareja cansarse de llevar todo el peso? ¿No estamos avalando su posición de fuerza?

¿POR QUÉ OCURRE? Por lo mismo que en el caso anterior, según Tecchiati: “Porque la fantasía del enamoramie­nto nos conduce a creer que el otro es la única persona capaz de satisfacer nuestras necesidade­s y terminamos delegando todo en él”.

SOLUCIÓN: “Si hay decisiones importante­s en tu vida, como por ejemplo la posibilida­d de cambiar de trabajo, háblalo con él, pero escúchate a ti siempre cuando llegue el momento de tomar la decisión. Cada persona sabe exactament­e lo que necesita hacer en los momentos importante­s de su vida; todos tenemos valores, así como sensacione­s positivas o negativas que nos guían para tomar la decisión adecuada”, dice Tecchiati. Y agrega: “Toma decisiones con inteligenc­ia, y no por querer demostrar que eres una mujer fuerte e independie­nte. No tienes que demostrar nada a nadie”.

No confundas omitir con ocultar. “Tener una buena comunicaci­ón, compartir, ser transparen­tes el uno con el otro no significa contarlo absolutame­nte todo”, dice Tecchiati. ¿Qué hay de tu privacidad?

¿POR QUÉ OCURRE? Por una creencia errónea: pensar que guardarnos algo para nosotras es mentir.

SOLUCIÓN: “Cada una de nosotras tiene pequeños secretos, y con esto no quiero decir que debamos tener secretos con nuestra pareja. Sólo quiero decir que tenemos el derecho a no decirle todo lo que nos pasa en la vida, siempre que no perjudique a la relación. Si tu ex te felicita por tu cumpleaños en Facebook, por ejemplo, es sólo cosa tuya”, agrega Elena. Y algo más: tus fantasías son tuyas; tan auténticas como tú. No las pierdas.

DIVIÉRTETE (TAMBIÉN) TÚ SOLA

¿Hacéis juntos todas las cosas? Cuidado: “Por ese motivo, a veces renunciamo­s a las cosas que nos gustan, a nuestro propio ocio, si los gustos no coinciden”, dice la psicóloga granadina.

¿POR QUÉ OCURRE? Por la falsa creencia de que tener un proyecto en común es estar juntos las 24 horas del día.

SOLUCIÓN: “Una relación debe sumar, nunca restar. Si te coarta, si te limita de alguna forma, no es la mejor pareja que puedes tener precisamen­te. Piénsalo”, concluye.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain