Solo en casa
¿Tu perro lloriquea, ladra o lo destroza todo en cuanto sales por la puerta? Eso es porque no ha aprendido a estar solo... ¡pero le puedes enseñar!
Además de atención y cuidados, los perros necesitan aprender a estar en casa sin la presencia de ningún miembro de la familia. Adopta una serie de normas para que pueda quedarse solo sin que él lo pase mal... y a ti no se te rompa el corazón.
Atenciones, las justas
Si a los perros se les da poca vigilancia durante sus primeras semanas, pueden desarrollar después una serie de problemas de comportamiento como hacer sus necesidades dentro, morder o ladrar sin parar; sin embargo, un exceso de mimos provoca en ellos una resistencia a quedarse solos. Estos y otros traumas dan lugar a un síndrome llamado ‘ansiedad por separación’.
Cómo evitar su ansiedad
Es muy importante que tu perro haga ejercicio. Sácalo de paseo cada día el tiempo necesario para poder jugar con él y que libere energía. Así, asociará el hecho de estar en casa con tiempo de descanso.
Ten cuidado para que no se vuelva excesivamente dependiente de ti. Cuando estés con él en casa, hazle mimos y caricias, pero déjale solo a ratos para que se acostumbre a entretenerse sin ti. ¿Cómo? Si estás haciendo otras cosas y viene reclamando atención, ignórale si ya le has dedicado su tiempo.
Tienes que enseñarle que el hecho de que te vayas y vuelvas a casa es algo sin importancia y, por tanto, no hay que preocuparse ni tampoco celebrarlo. No le hagas caso al salir o llegar a casa; no te despidas ni le dediques mucho tiempo si se vuelve loco al verte llegar: espera a que se haya tranquilizado antes de prestarle atención.
En casa, el perro tiene que disponer de su propio refugio, un lugar donde acurrucarse y sentirse seguro cuando no esté nadie. Reserva un espacio para él con su cama, agua y sus juguetes preferidos.
No es bueno reñirle por cada cosa que haga mal, ya que eso es prestarle atención; negativa, pero atención al fin y al cabo. Además, le creará desconfianza y estrés.
Los perros adoran la rutina; son animales que aprenden por repetición. Una vez que se habitúe a hacer cada día las mismas cosas, se adaptará a estar solo porque habrá aprendido que, aunque te vayas, vas a volver.