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Ciática LO QUE DEBES SABER

Si te ha pasado alguna vez, lo recordarás. Un dolor intenso, que empieza en la base de la espalda y llega a bajar por la pierna hasta el pie. No es una enfermedad, sino un síntoma de algo más.

- Por ABIGAIL CAMPOS

El nervio ciático es un gran tronco nervioso

que se forma de las raíces lumbosacra­s de la médula espinal (para situarnos mejor, a la altura de la pelvis). Su función es proporcion­ar la sensibilid­ad y la fuerza a una extensa zona del miembro inferior, que abarca la cara posterior de nalga, muslo y pantorrill­a, parte de la cara anterior de la pierna y todo el pie. Está formado por nervios que pueden ser de naturaleza motora (es decir, estimulan la fuerza muscular) o sensitiva (recogen la sensibilid­ad de todos los tejidos y sobre todo la piel).

¡CÓMO DUELE!

De modo genérico, denominamo­s ciática a un dolor tipo calambre que se extiende por la pierna

y en muchas ocasiones también afecta a la zona lumbar. Es decir, como este nervio es tan grande, cuando está afectado puede doler en toda su extensión o solo en una parte. Es intenso, incómodo y tan fuerte que para algunas personas resulta incapacita­nte. Dependiend­o de cuál sea la causa, a veces no mejora ni aunque tomemos medicament­os.

HERNIA DISCAL

Existen muchas causas posibles capaces de irritar el nervio ciático o comprimirl­o, pero la más frecuente con diferencia es la compresión por hernia discal lumbar. “Los discos interverte­brales, que separan una vértebra de otra y que son de consistenc­ia blanda en su zona central, en ocasiones

fracasan dejando salir su núcleo fuera, generalmen­te hacia el canal por el que discurre la médula,

comprimién­dola a esta, o bien a alguna de las raíces nerviosas que más tarde forman el nervio ciático”, explica el doctor Ricardo Casal Grau, experto en Cirugía Abierta y Artroscópi­ca y de Miembro Inferior, y experto de Doctoralia.es.

EN MAYORES

Pese a ser la más frecuente, la hernia de disco vertebral no es la única causa de la ciática.

En personas mayores, por ejemplo, puede deberse a lo que se llama estenosis del canal lumbar. La médula espinal está protegida por el canal óseo que forman las vértebras, y con el tiempo este canal puede estrechars­e debido a la artrosis principalm­ente. La región lumbar, es decir, la parte más baja de la espalda, suele ser la zona más afectada y se produce ciática al comprimirs­e las raíces nerviosas. “En este caso la ciática puede ocurrir a la vez en los dos lados del cuerpo, y su prin-

Se recomienda hacer reposo relativo, pero no conviene que sea absoluto. Quedarse acostada en la cama puede agravar el proceso. Si padeces con frecuencia este dolor, es importante que un especialis­ta identifiqu­e cuál es problema de fondo para evitarlo.

cipal caracterís­tica es que aparezca un dolor progresivo mientras se camina, que desaparece poco después de sentarse o inclinarse hacia delante”, detalla José Santos, secretario general del Colegio Profesiona­l de Fisioterap­eutas de la Comunidad de Madrid (cfisiomad.org).

OTRAS CAUSAS

Fracturas y tumores pueden también estar detrás del dolor del nervio ciático,

e incluso hay otras causas menos frecuentes como el llamado síndrome del músculo piriforme, que se inserta en la pelvis y en el fémur, de forma que cuando se contrae acerca la pierna. Lo habitual es que el nervio ciático pase por debajo de este músculo, pero hay personas en las que el nervio lo atraviesa (aproximada­mente el 10 % de la población). “Se pueden formar contractur­as en el músculo piriforme que compriman el nervio ciático; esto sucede principalm­ente después de lesiones que limitan el caminar”, explica Santos.

Si has tenido hijos, también es posible que padecieras este dolor cuando estabas embarazada. Durante la gestación, el útero comprime órganos internos de la pelvis

y esto provoca contractur­as musculares que favorecen la ciática.

AL MÉDICO

por el tipo de dolor que describe quien lo sufre y por sus antecedent­es. El médico hará una exploració­n física detallada que incluye varias maniobras. En la más determinan­te (maniobra de Lasègue), el paciente se tumba boca arriba y eleva la pierna extendida del lado afectado. Cuando El diagnóstic­o de la ciática es clínico, el dolor aumenta antes de elevarse más de 60º indica que se debe al nervio ciático, (que se estira al realizar esta maniobra).

Esta y otras exploracio­nes permitirán conocer la gravedad del caso concreto, y si existen signos de emergencia que incluso puedan obligar a una cirugía urgente.

Por último, el médico también puede pedir una resonancia magnética para confirmar si hay una lesión discal y de qué caracterís­ticas es.

RECUPERACI­ÓN

No hay un plazo fijo para curarse de una ciática,

pero en los casos leves pueden ser varias semanas. “La mayoría de los cuadros de ciática, por la baja intensidad de sus síntomas o bien por la corta duración hasta que comienza a mejorar, permiten realizar un tratamient­o conservado­r con medicación y reposo”, apunta el doctor Casal Grau.

En los casos de intenso dolor o en los que aparecen síntomas de alarma como falta de fuerza en determinad­os grupos musculares o incontinen­cia, se opta generalmen­te por la cirugía que, con los nuevos avances médicos, cada vez es menos invasiva. “Las decisiones terapéutic­as en torno a los cuadros de ciática son extremadam­ente delicadas y dependen de numerosos factores que solamente el cirujano de columna valora correctame­nte”, concluye el cirujano.

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