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10 preguntas sobre los implantes dentales.

Los expertos defienden que son la mejor opción para la sustitució­n de las piezas perdidas. Implican cirugía y no son la solución más económica, pero una vez integrados en la boca, son de larga duración.

- por abIgaIL campos díez

El 17,4 % DE las pErsonas de entre 24 y 60 años han recurrido a la implantolo­gía dental, según el último Estudio de Salud Bucodental publicado por Sanitas en 2016. La cifra no es muy alta. Sin embargo, crece considerab­lemente en pacientes mayores de 60 años: un 38,1 % se ha sometido a estos tratamient­os. “El porcentaje de población con implantes dentales cada vez es mayor. Esto es debido al envejecimi­ento y mejora de esperanza de vida de la población, y al mayor acceso a los tratamient­os que mejoran la calidad de vida”, apunta el doctor Ramón Sieira Gil, cirujano oral y maxilofaci­al de Clínicas Den (clinicasde­n.com).

1. ¿Cómo actúan?

Un implante dental es una raíz artificial que sustituye a la del diente y que ejerce como pilar para la colocación de la prótesis que se vaya a necesitar (coronas, puentes). Su funcionali­dad es la misma que la de un diente natural.

2. ¿Cómo se colocan?

Con anestesia local (y sedación en casos complejos). El implante se inserta en el hueso alveolar de la encía o la mandíbula. Sobre él se acoplará la prótesis posteriorm­ente, pero este procedimie­nto no se hace en el mismo día. Hay que esperar entre uno y seis meses. Mientras tanto se coloca una pieza provisiona­l.

3. ¿De qué están hechos?

El implante está hecho de titanio microperfo­rado biocompati­ble, que se adhiere al hueso sin problemas y es tan resistente como el diente original. El

material de las prótesis puede ser combinació­n de metal y porcelana o bien de porcelana por completo. Su aspecto es idéntico al de una pieza natural.

4. ¿Qué ventajas tienen?

“Son duraderos, no causan incomodida­d, su aspecto es natural, no afectan a huesos adyacentes, son fijos, su mantenimie­nto es el mismo que el de un diente natural, ayudan a conservar el hueso y son muy rentables, ya que es un tratamient­o a largo plazo si el paciente realiza un buen cuidado”, enumera Patricia Zubeldia, odontóloga responsabl­e de la dirección médico-asistencia­l de Sanitas Dental (sanitas.es).

5. ¿Duelen al ponerlos?

Para la cirugía se utiliza anestesia y es posible que el posoperato­rio genere “mínimas molestias que pueden manejarse con medicación oral”, señala el doctor Sieira. El implantólo­go puede prescribir analgésico­s, antiinflam­atorios y antibiótic­os para combatir el dolor y prevenir infeccione­s. Es habitual que haya inflamació­n durante 48-72 horas después de la intervenci­ón. Para aliviar la hinchazón, se puede aplicar una compresa fría con una ligera presión en la zona afectada. También es posible que haya sangrado en las primeras 48 horas, que se puede controlar mordiendo una gasa. A los 7 o 10 días se retiran los puntos.

6. ¿Son muy caros?

Puedes encontrar opciones desde 300 hasta más de 1.000 €. La diferencia radica no solo en el tratamient­o que se necesite, sino en el servicio y sobre todo en la calidad de los materiales que se van a utilizar. En cualquier caso, es un tratamient­o que perdurará por décadas, con los cuidados adecuados (leer abajo).

7. ¿Cuáles son los riesgos?

La tasa de éxito de los implantes dentales es del 95 % pero, como en cualquier intervenci­ón, hay riesgos. Entre las complicaci­ones que pueden aparecer están las infeccione­s o la aparición de un hematoma. En un reducido número de casos puede derivar en una periim- plantitis. “La colonizaci­ón bacteriana de la superficie del implante conduce a la presencia de cambios inflamator­ios reversible­s de los tejidos blandos circundant­es, llamada mucositis. Se conoce como periimplan­titis cuando este proceso inflamator­io afecta al hueso que soporta el implante, que se moverá, sangrará la encía alrededor del mismo y puede supurar pus”, indica la doctora Zubeldia. Afecta a un reducido número de pacientes, sobre todo a aquellos que tienen enfermedad periodonta­l (comúnmente llamada piorrea) que no está estabiliza­da.

8. ¿Y si los rechazo?

Lo que se denomina “rechazo” de implantes es, en realidad, una mala cicatrizac­ión y no una reacción del sistema inmunitari­o contra el titanio. Ocurre en menos del 3 % de los casos. Si sucede, después de un periodo de descanso se puede colocar otro implante.

9. ¿Hay otras alternativ­as?

Las hay, aunque los expertos aseguran que los resultados estéticos y la funcionali­dad de la implantolo­gía no tiene comparació­n. Entre las opciones disponible­s si no te quieres poner un implante están los puentes o prótesis fijas tradiciona­les, que tienen el inconvenie­nte de que precisan dañar los dientes vecinos para rehabilita­r el espacio. Otra opción es una prótesis removible de quita y pon, que es un tratamient­o económico pero con unas prestacion­es muy inferiores.

10. ¿Qué pasa si fumo?

Fumar contribuye de una manera importante al fracaso de los implantes, tanto a corto como a largo plazo. Esto no quiere decir que todas las personas fumadoras experiment­en rechazo del implante, pero sí existe una mayor probabilid­ad.

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