Salud. Mamografías: 10 cosas que tienes que saber.
Salva vidas, porque con una baja exposición radiactiva permite detectar a tiempo el cáncer de mama e incluso tumores pequeños. En España, esta prueba está financiada por la sanidad pública.
1. Es muy efectiva
La posibilidad de mortalidad por cáncer de mama es un 40 % menor entre las mujeres que se hacen a una mamografía en comparación con las que no se someten a estas pruebas, según una recopilación de estudios realizada por la Sociedad Europea de Radiología. Desde que en los años 80 se institucionalizó el cribado de cáncer de mama (programas para realizarse esta prueba gratuita y periódicamente) se han reducido los fallecimientos de mujeres un 30%.
2. No es infalible
Aunque identifica calcificaciones, quistes o masas malignas y benignas, puede no detectar ciertos tumores en casos de mamas densas. Y también existe la posibilidad de que se produzcan falsos positivos. “En mujeres más jóvenes es mucho mayor la frecuencia de resultados positivos que no son tal, que conllevan en muchos casos la realización de una biopsia innecesaria”, señala la profesora Marina Pollán, investigadora del departamento de Epidemiología Ambiental y
cada dos años habría 5 millones de españolas convocadas a practicarse esta prueba. La tasa de participación en los programas de cribado es del 74 %.
Cáncer del Centro Nacional de Epidemiología, del Instituto de Salud Carlos III (isciii.es). Aún así, el éxito terapéutico de esta prueba es muy alto.
3. No duele
La prueba no es dolorosa, aunque puede resultar molesta porque es preciso realizar presión sobre la mama para mejorar la calidad de la imagen. Sin embargo, el temor al dolor es la principal razón por la que las mujeres dejan de acudir a las mamografías que tienen programadas. Entre el 25 y el 46 % no vuelve si ha tenido una experiencia dolorosa, según estudios científicos.
4. No es peligrosa
Solo existe una pequeña cantidad de exposición a los rayos X en una mamografía. La posibilidad de salvar una vida mediante la detección precoz de cáncer de mama mediante cribado es 100 veces mayor que la posibilidad de muerte causada por la radiación de la prueba, según datos de la Sociedad Española de Radiología Médica (seram.es).
5. Puedes necesitar otras pruebas
Hay ocasiones en que es preciso complementar con otros exámenes, como una biopsia. Si se ha visto una lesión y hay que catalogarla, si la paciente tiene un nódulo que se aprecia a la palpación pero no capta la mamografía y, en general, en mujeres jóvenes con anomalías palpables, suele pautarse una ecografía. Además, la resonancia magnética está indicada “cuando la paciente está siendo diagnosticada de cáncer y en pacientes con alto riesgo familiar”, apunta la doctora María Martínez Gálvez, responsable de la sección de diagnóstico por imagen de la SERAM.
6. Cuidado con los cosméticos
El día que te vayas a hacer una mamografía, es aconsejable que no te pongas talco, desodorante o cremas en la zona, pues podría interferir con los resultados.
7. Ve tranquila
Es un procedimiento rápido (dura unos veinte minutos) y la incomodidad es mínima para la mayoría de las mujeres. El técnico te pedirá que te desnudes de cintura para arriba, que te retires joyas o bisutería, y generalmente tomará dos imágenes de cada mama.
8. La edad importa
España sigue las recomendaciones de las guías Europeas de Diagnóstico Precoz del Cáncer de Mama, que establecen como edad de inicio de las mamografías los 50 años y una periodicidad de 2 años. Sin embargo, las primeras Comunidades Autónomas que pusieron en marcha los programas de cribado comenzaron convocando a las mujeres a partir de los 45 años y han seguido manteniendo esta edad de inicio. “El problema de iniciar antes el cribado deriva de la mayor frecuencia de efectos no deseados, que limitan muchísimo los posibles beneficios del diagnóstico precoz”, apunta la profesora Pollán.
9. Si tu mama es densa
El mayor problema que puede presentarse ante esta prueba es la existencia de una mama densa, con más del 50 % del tejido glandular. “A medida que aumenta la densidad de la mama, disminuye la sensibilidad de la mamografía”, dice la doctora Martínez Gálvez. Se calcula que entre el 30 y el 40 % de las mujeres tiene mamas densas y es una situación más habitual en jóvenes. A más edad, el tejido glandular disminuye y aumenta el graso.
10. Nuevas tecnologías
Las novedades en este campo tienden a convertir la prueba en “amigable” para la paciente. En España ya funciona un equipo desarrollado por GE Healthcare, que permite que sea la propia paciente quien regule la intensidad de la presión en la mamografía o tecnologías como “Mammi”, que escanea la mama sin compresión, con la paciente tumbada boca abajo.