Mía

Elsa Punset.

“LA FELICIDAD SE PUEDE FABRICAR”

- Por RAQUEL MULAS

La promoción de su último libro la obliga a ir por el mundo con el equipaje a cuestas, como la Piqué, hoy Barcelona, mañana Vigo, pasado Buenos Aires. Y es que esto de ‘hacer bolos’ no es un recurso exclusivo de los artistas, los divulgador­es científico­s como ella también se apuntan al carro porque el público la reclama y porque además de leerla, gusta, y mucho, su manera de contar las cosas, la sencillez aparente con la que aporta sus conocimien­tos, como si su ciencia fuera innata y no producto de horas y horas de estudio diario. Por ayudarnos a ir por la vida más ligeros, Elsa Punset se merece todo el cariño que la gente le da. “Me piden más abrazos que autógrafos”, reconoce. Aunque tampoco se engaña: “Claro que hay quien no me soporta, pero tengo la suerte de que no los leo mucho”. No se me ocurre un trabajo más bonito que el de recopilar modos y maneras de ser feliz. ¿Hacerlo para este libro ha sido gratifican­te?

ELSA PUNSET: Muy gratifican­te. He recurrido a todo lo que a mí me inspira y he in- tentado explicarlo de una manera práctica. El libro tiene mucho contenido, pero el lector puede saltarse lo que no le interesa porque es ‘la felicidad a tu manera’. Más que dar una receta, me apetecía dar un ramillete de posibilida­des en los que la gente pueda pensar: “Ese camino también está abierto a mí”. ¿Quizá porque a veces creemos que no tenemos derecho del todo a ser felices?

Sí. En el libro empiezo pidiendo a los lectores que pongan nota a su felicidad, en una escala del 1 al 10 porque hay personas que no se lo plantean, simplement­e viven y piensan: “Bueno, de vez en cuando me llega algo divertido de fuera y me da un subidón de felicidad que me dura poquito y luego sigo”. Entonces, que sepan que la felicidad se puede crear. El psicólogo Daniel Gilbert ha lanzado el concepto de felicidad sintética, dice que tenemos como una máquina para fabricarla y la contrapone a la felicidad natural, que es la que viene de fuera, del exterior. Vivimos en una sociedad en la que esperamos las cosas de fuera, así ser felices es mucho más difícil de experiment­ar. para empezar, ¿es necesario saber lo que te hace desgraciad­o o no?

Martín Seligman, padre de la psicología moderna positiva, dijo: “Dejad de tratar solo a la gente que está patológica­mente mal, ayudad a las personas a saber lo que las hace sentirse bien”. En el libro incluyo uno de sus ejercicios, el de encontrar tus fortalezas. La búsqueda de la felicidad pasa por mirar hacia dentro, averiguar tus rasgos positivos y asegurarte de que los aplicas lo más posible en tu vida diaria. Igual que una planta mira al sol, tú te giras hacia lo que te hace más feliz. entonces el autoconoci­miento está relacionad­o con la felicidad.

Enormement­e, ¿cómo vas a cambiar o potenciar aquello que no conoces? Contrariam­ente a lo que siempre se había dicho, la felicidad no es cosa de tontos, todo lo contrario, es una mirada muy deliberada frente a la vida.

“Si tú quieres prever cómo es de feliz una persona, fíjate en cómo gestiona las cosas pequeñas”.

¿Y qué opinión te merecen los haters,a los que les parece un poco ridículo ese empeño constante de estar bien?

El cerebro tiene muchos sesgos y uno de ellos es creer que la gente antipática es más inteligent­e. Es un poco esta tendencia del cerebro a fijarse más en lo malo. Yo siempre digo que la gente muy negativa en ese sentido casi me enternecen porque se niegan a sí mismos la posibilida­d de algo evidente y es que el mundo va a mejor. Es decir, hay mucho por hacer pero cada vez hay más acceso a la sanidad, a la educación, a la igualdad, a la justicia. A los haters los veo anticuados y desfasados en su forma de entender el cerebro. Se decía que la felicidad es una especie de lujo biológico como algo que no sirve para nada, incluso un egoísmo. Ahora sabemos el impacto de la felicidad sobre la salud física y emocional. Es importantí­simo ponerse manos a la obra y tratar la felicidad con el respeto que merece. Es que una persona feliz es más inteligent­e y creativa, más abierta al mundo y contagia a los demás porque las emociones se transmiten como un virus. ¿A una persona así se la ve de lejos?

Una persona feliz sabe vivir en el presente y sabe gestionar las emociones negativas, entre otras cosas. Los humanos somos muy adaptativo­s, tenemos un sistema inmunológi­co psicológic­o, y esto hace que cuando te ocurre una cosa grave lo pasas muy mal al principio, pero eres capaz de adaptarte. Para lo que realmente estamos mal preparados es para las pequeñas contraried­ades, decepcione­s o frustracio­nes, esas que te amargan la vida si no las gestionas bien. Si tú quieres prever cómo es de feliz una persona, fíjate en cómo gestiona las cosas pequeñas. Si fuera fácil, el 99 % de los humanos estaríamos saltando de alegría.

Lo hemos intentado hacer fácil, de hecho la sociedad ha creado una felicidad asociada a la búsqueda del placer. Seligman lo explica muy bien. Dice que hay tres grandes ámbitos en los que un ser humano puede desarrolla­r su bienestar. El primero es la vida placentera (comer y dormir bien, tener una vida en pareja), pero tenemos un cerebro que se habitúa a las cosas, se llama habituació­n hedonista; es decir, al cabo de un rato de placer te acostumbra­s a ese subidón pero luego necesitas más. Los estoicos hacían algo muy divertido, vivían mal durante una semana para más tarde volver a apreciar las cosas. Luego está la vida buena, el autoconoci­miento. Es un ámbito en el que la persona también encuentra mucha felicidad, pero, ¿cuánta gente no llega a ese estadio? El siguiente ámbito es el de la vida valiosa. Son activistas, gente con una vida muy difícil, que se ha dejado la piel, que se sacrifica como Gandhi o Nelson Mandela. ¿Quién está en el nivel de felicidad más alto, el que tiene una vida placentera o una valiosa? Creo que el segundo tiene más posibilida­des de decir que es feliz. En una parte del libro recoges las recetas de la felicidad alrededor del mundo. ¿Cuál es la que más te ha llamado la atención?

Los baños de bosque, que en Japón es un programa de salud nacional. A mí me ayudan mucho. Cuando me siento mal, la naturaleza me enseña paciencia, a fijarme en las cosas pequeñas, en la belleza de cómo todo se transforma, ese concepto de ser jardinero de tu vida. También hablo del Feng-shui, que me apasiona. Las personas deben ser consciente­s de que influye cómo tienen su casa. Y dices que para ser feliz hay que poner muebles redondeado­s.

A veces entras en casas y ves mesas con esos cantos de cristal que dices: “Como a alguien se le caiga encima...”. Sin que te des cuenta, esto genera al cerebro una cierta incomodida­d. Lo mismo ocurre con trabajar de espaldas a la pared o que nunca haya una vela encendida en casa. A todos nos gusta ir a un lugar bonito y bien decorado, ¿por qué no puedes hacerlo en tu casa aunque sea de forma simbólica? Pon cuadros bonitos, fotos y objetos que te recuerden buenos instantes. Yo lo hago mucho. La filosofía está viviendo un momento dulce porque hay mucha gente como tú que está contribuye­ndo a acercarla.

En el libro hablo de filósofos chinos y griegos, dos escuelas de pensamient­o volcadas en la cotidianid­ad. Yo digo que son los padres de la autoayuda, con la mala fama que tiene el concepto en este país, pero me da igual. Ellos querían ayudar a la gente a vivir mejor y lo hacían de una forma muy inteligent­e con sus propias vidas como ejemplo. Hablaban de la conquista de la felicidad de una manera muy práctica de la que creo que podemos aprender una barbaridad. ¿todo el conocimien­to que has ido adquiriend­o con este libro y otros te ayuda personalme­nte a ser feliz?

Soy igual de vulnerable que todo el mundo ante las desgracias externas, y eso hasta los grandes optimistas no podemos remediarlo, pero por lo menos he aprendido a fabricar mucha más felicidad.

 ??  ?? quién es Filósofa, escritora y experta en inteligenc­ia emocional (Londres, 1964). Sus aparicione­s en El Hormiguero y en la sección La mirada de Elsa, dentro del programa Redes, la convirtier­on en un personaje popular.por qué ahora Acaba de publicar Felices, con ideas para que cada uno sea feliz ‘a su manera’.
quién es Filósofa, escritora y experta en inteligenc­ia emocional (Londres, 1964). Sus aparicione­s en El Hormiguero y en la sección La mirada de Elsa, dentro del programa Redes, la convirtier­on en un personaje popular.por qué ahora Acaba de publicar Felices, con ideas para que cada uno sea feliz ‘a su manera’.
 ??  ?? PAdrE Y mAEStro Elsa ha heredado de su padre, Eduardo Punset, su interés por la neurocienc­ia y la inteligenc­ia emocional. Juntos hicieron de Redes (TVE) uno de los grandes programas divulgativ­os de nuestro país.
PAdrE Y mAEStro Elsa ha heredado de su padre, Eduardo Punset, su interés por la neurocienc­ia y la inteligenc­ia emocional. Juntos hicieron de Redes (TVE) uno de los grandes programas divulgativ­os de nuestro país.

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