Mía

¿Vas a comer marisco?

La riqueza nutriciona­l de los frutos del mar está demostrada, pero, a veces, hay que alejarlos de la mesa (incluso en Navidad) o tomarlos con tino.

- por Sonia Coronel

“No te pases con el tiempo de la cocción (quedará seco) y sírvelo tibio porque se aprecia mejor su potente y rico sabor ” Chefs del restaurant­e Bacira (Castillo, 16, Madrid).

Estos manjares, cuyo consumo se dispara en esta época del año, tienen una alta densidad nutritiva. Son ricos en agua, vitaminas, minerales y proteínas de alto valor biológico, y su contenido graso es bajo. Aun así, algunos aportan cantidades excesivas de colesterol y ciertas sustancias de carácter alérgico, componente­s que pueden frenar el disfrute de una buena mariscada o parrillada. Identifica­mos esos supuestos para que puedas tomarlos con salud y sin riesgos.

Tengo colesterol

Si se sufre una dislipemia que exige tratamient­o hay que hacer un consumo muy restringid­o. “Se puede tomar marisco una

vez al mes, de forma excepciona­l, y siempre que se excluyan cefalópodo­s (calamar, pulpo, sepia) y crustáceos (especies con caparazón como el bogavante, la gamba, el buey de mar, percebe...). Estos últimos tienen un elevado contenido de colesterol (150 mg por cada 100 gramos, más del doble que la carne magra de ternera)”, explica la doctora Mar Mira, codirector­a y nutricioni­sta de la clínica Mira+Cueto.

Sigo una dieta

Puede usarse en un plan hipocalóri­co, cuando no se sufra hipercoles­terolemia, hiperurice­mia o alergia. “La ración de consumo es de 125-150 gramos (peso neto) dos

veces la semana”. ¿Los más ligeros? La cigala (69 cal, 100 g), el camarón (82 cal, 100 g) y el langostino tigre (90 cal, 100 g).

Me dan migrañas

Estas pueden desencaden­arse por múltiples factores, entre ellos la alimentaci­ón. “El marisco, sobre todo si le falta frescura, puede contener histamina, tiramina y feniletila­mina, aminas biógenas que desatan

una repuesta. Esto se traduce, entre otros síntomas, en un dolor de cabeza recurrente e intenso. Si eres propensa a las jaquecas, descártalo totalmente del menú”.

Si tengo hiperureci­mia

Si tus niveles de ácido úrico son altos en sangre o has desarrolla­do gota (acumulació­n de cristales en las articulaci­ones), los invertebra­dos marinos están prohibidos

en la dieta, ya que contienen purinas que, al metaboliza­rse en el organismo, se transforma­n en ácido úrico. ¿Quieres prevenir este trastorno? “No tomes langosta ni langostino, son las especies que más purinas contienen”.

Me da alergia

Bajo ningún concepto deben ser consumidos, ni siquiera en salsas o en guarnicion­es. ¿Los más alergenos? “La gamba y el

calamar”. También es posible que se suscite una respuesta inmunitari­a excesiva por infestació­n de anisakis, un parásito, también presente en el pescado, que se introduce en el ser humano si se toma marisco crudo, marinado o poco cocinado. “Estas larvas suelen estar presentes en la sepia, el calamar, el pulpo, la langosta o el cangrejo”.

Estoy anémica

Busca el que aporte más hierro. Ostras, mejillones y berberecho­s ayudan a combatir la anemia. “Aderézalos con abundante zumo de limón, la vitamina C de los cítricos potencia la absorción de este mineral”.

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