Mascotas casi casi terapeutas.
Los perros no son solo el mejor amigo del hombre, a veces, junto a la ayuda del profesional, son claves en la superación de un trastorno.
Los animales de compañía, además de ser parte de la familia, tienen la capacidad de mejorar la salud psíquica de una persona. sin embargo, estos (en su mayoría perros) deben estar instruidos correctamente y contar siempre con la aprobación de un profesional.
EFICACIA GARANTIZADA
Este tipo de tratamiento con animales es un complemento de las terapias que los pacientes tienen con otros profesionales de la salud, educación, de la psiquiatría o de ámbito social. El experto va acompañado de un perro especializado que participará de manera activa o presencial en el tratamiento. así, estas terapias funcionan porque, según afirma mª carmen castro martín, psicóloga de la Fundación Hydra y del colegio oficial de Psicólogos de madrid, “la relación que se establece está libre de prejuicios y de estigmas, fomenta la interacción social, mejora el manejo de las emociones y aumenta la calidad de vida, la autonomía personal y la autoestima del paciente”. además, las sesiones terapéuticas, las cuales están marcadas por unos objetivos concretos en cada persona, pueden realizarse en grupo o de manera individual.
REQUISITOS A TENER EN CUENTA
Inicialmente, la única condición que se necesita es considerar que el individuo puede mostrar un avance en su tratamiento habitual si se completa con otro tipo de terapia. “cuando hablamos de residencias de mayores, asociaciones o instituciones donde se trabaja con un grupo de pacientes, son los trabajadores del centro quienes deciden cuáles son los usuarios que consideran más idóneos para participar y, según avanzan las sesiones, nosotros valoramos la posibilidad de hacer cambios en el grupo por otras personas que no estén participando pero que les pueda resultar beneficioso”, afirma castro.
VÁLIDO PARA TODOS
¿De qué depende entonces que se le asigne un animal en concreto en lugar de otro? “Va a estar en función del tipo de tratamiento que se precise. Por ejemplo, para personas mayores que necesiten estimulación sensorial, lo más recomendable sería trabajar con perros pequeños, mientras que para los niños que requieran trabajar la postura corporal, es muy beneficiosa la hipoterapia”, añade la psicóloga.
De este modo, este complemento a las terapias puede ser utilizado por cualquier persona sin ningún límite de edad, obteniendo resultados muy satisfactorios en la mejora de la calidad de vida y en la autonomía personal. tanto es así, que castro no duda en recomendarlas: “Hay casos en los que incluso pueden solaparse terapias con diferentes animales, siempre trabajando coordinadamente con los profesionales que las realizan”, concluye la experta.