El arte de envolver.
El modo en que presentas un regalo aumenta su valor. Si al entregarlo escuchas ‘es tan bonito que da pena abrirlo’, ya has triunfado. Te damos unas cuantas ideas para que multipliques la ilusión de quien lo recibe.
El regalo es lo que importa en definitiva, pero el modo en que se entrega, el interés que hayamos puesto en agradar, también es importante. El regalo y la ilusión comienzan con el envoltorio.
ideas para acertar
Dedica tanto tiempo a pensar en el regalo como a la manera en que lo vas a presentar y aprovecha todo el material que ofrecen las tiendas (cajas, bolsas, papeles y lazos) para hacer paquetes bonitos, originales, personalizados o divertidos. Procura envolver cada regalo de manera diferente pero de modo que todos tengan unidad: distintos estampados en los mismos tonos por ejemplo. Echa mano de tu imaginación a la hora de adornar el paquete con elementos vistosos. Puedes utilizar flores, ramas de pino, ramilletes con frutos secos, muñequitos y toda clase de materiales como telas, tiras bordadas o de encaje, pompones de lana o hebras de colores. Los detalles hechos por ti son un valor añadido para quien recibe el regalo siempre que el resultado sea correcto; si no eres muy mañosa, prueba con opciones más sencillas. Añade fotos, mensajes de felicitación o de buenos deseos para que el
presente diga algo de ti y procura que el resultado no sea un paquete artificioso, que sea complicado desenvolver o que haya que abrir destruyendo todo tu trabajo y el cariño que has puesto.
Huye de los envoltorios de formas complicadas.Haz paquetes sencillos y adórnalos después.