‘Vivo bajo presión’
Pregunta al experto La tensión y el estrés son la plataforma de muchas enfermedades. Saber detectar si los padeces y, sobre todo, conocer cómo manejarlos, es fundamental. Con estas claves de Bernardo Stamateas podremos superarlos.
¿Tienes mucho trabajo, estás siempre mirando el reloj o te rodeas de personas inestables? ¿Soportas problemas familiares? Si vives estas situaciones y te causan estrés, es que estás pasando por una situación de presión y eso está afectando a tu salud. Detectarlas es el primer paso y el segundo, saber cómo vencerlas. El éxito dependerá en gran medida de la fortaleza de la personalidad de quien las padece (las hay más vulnerables o más resilientes). No todas las personas superan la presión igual pero es posible convivir y eliminar estos obstáculos.
cómo detectar el estrés
para descubrirlo, existen unas señales que repercuten en nuestro cuerpo y que no debemos pasar por alto: estás permanentemente cansada, en constante estado de tensión y de preocupación; tienes problemas para conciliar el sueño o directamente padeces insomnio; o tienes reacciones desproporcionadas cuando te suceden cosas con las que no contabas en tu día a día. Si sufres este tipo de trastornos, no lo dudes: eres el vivo reflejo de una persona que está presionada por el estrés de su actividad cotidiana.
perfil del acelerado
el estrés es algo cotidiano, pero que nos afecte más depende en gran medida de cómo se interprete lo que nos sucede en la vida. Las personas conocidas como ‘Tipo A’ son las que más lo sufren porque viven compitiendo constantemente y de una forma acelerada. Además, suelen ser ambiciosas y permanentemente quie- ren desafíos y logros nuevos, sin disfrutar de lo que tienen. Además, su actitud mental es muy negativa. Por eso necesitan más que otros aprender a manejar el estrés y la sobrecarga diaria.
Se puede vencer
para conseguirlo, previamente tenemos que evaluar qué es lo que deseamos y hasta dónde queremos llegar. Para ello, debemos disfrutar del presente, tomarnos un descanso de cinco minutos cada dos horas de trabajo, aprender a delegar y, sobre todo, saber decir 'no'. Con todo ello nos proponemos desafíos, ni muy fáciles ni difíciles, simplemente que busquen recuperarnos de ese estado de estrés en el que estamos metidos y que nos presiona.