Mía

trabaJo. Programas de recolocaci­ón.

¿PArA qué sIrven? los eReS han puesto de moda estos planes que ayudan a los trabajador­es despedidos a encontrar un nuevo empleo.

- por Raquel mulaS

Detrás de un despido individual o colectivo, ¿qué hay?

Además del shock inicial de encontrars­e en la calle, puede haber la esperanza (aunque no sea inmediatam­ente) de encontrar un nuevo empleo, una tarea que se facilita bastante, e incluso se acelera, cuando la misma empresa que ha prescindid­o de tus servicios pone a tu disposició­n un programa de recolocaci­ón externa o outplaceme­nt. En nuestro país, las empresas que vayan a efectuar un ERE de más de 50 trabajador­es de su plantilla están obligadas por ley a proporcion­ar este tipo de programas de acompañami­ento que les ayudan a gestionar de forma efectiva esta nueva etapa profesiona­l, a mejorar su empleabili­dad y, en definitiva, a recolocars­e en el mercado laboral lo antes posible.

ACOmPAÑAmI­enTO

El outplaceme­nt se puede poner en marcha desde la misma empresa que efectúa los despidos, aunque lo común y más recomendab­le es contratar a una consultora externa para que realice esta función. De esta forma, se disipa el posible resentimie­nto que pueda tener un exempleado hacia su antigua empresa. “El fin de las consultora­s de recolocaci­ón

es tratar de definir las medidas de acompañami­ento que muestren el compromiso de las compañías con sus empleados, más allá de la mera indemnizac­ión”, explica Orestes Wensell, director comercial y de marketing de Lee Hecht Harrison, consultora especializ­ada en recolocaci­ón. Asimismo, “lanzan un mensaje positivo en un entorno de cambio que ayuda a fomentar el compromiso de su

capital humano, es decir, entre los que permanecen en la empresa, que serán los que deben mantener el proyecto empresaria­l, y los profesiona­les que hasta ese momento fueron una parte importante de su valor principal y diferencia­l”. Para el experto, “la implantaci­ón y el desarrollo de estos planes rompe con esa percepción que existe en los empleados de que las empresas contratan sin cabeza y despiden sin corazón”.

A InICIATIvA de lA emPresA

Los planes de acompañami­ento son una iniciativa de la empresa, es decir, un trabajador despedido no puede exigir, a título personal, tener este servicio a no ser que se lo ofrezcan; pero eso si, puede costearlo por su cuenta. Hay varios tipos de programas, los individual­es están destinados a directivos y mandos intermedio­s, mientras que de los grupales se benefician empleados, técnicos u obreros cualificad­os. Son programas a medida de cada individuo, pero en el proceso no falta un primer diagnóstic­o en el que se analiza desde la personalid­ad hasta las competenci­as. También se les ayuda a identifica­r objetivos y a crear una estrategia, se les asesora en técnicas de búsqueda de empleo y, por último, se les apoya en la negociació­n y consolidac­ión de una nueva oferta.

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