psico. Detecta al mentiroso.
la mitomanía es un trastorno psicológico en el que la persona afectada no puede dejar de engañar. Aunque no hay unas características físicas concretas que señalen al embustero, sí hay gestos que lo delatan.
La mentira patológica es un desorden psicológico que hace que el individuo tenga una conducta repetitiva de mentir. Según explica Pilar Jiménez Puente, psicóloga del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, “en la acción de mentir no suele existir una intención de estafar, sino un deseo de deformar la realidad para mostrar una historia personal interesante”.
Esta patología normalmente surge en momentos de mucho estrés en los que la persona se siente expuesta y recurre a la mentira como salida fácil. Su comportamiento se convierte en un círculo vicioso del que el afectado no es capaz de salir. Por eso, si observas alguno o varios de los siguientes rasgos, busca ayuda de un profesional.
RascaRse la naRiz o la boca.
Puede consistir en roces suaves o en pequeños toquecitos en la nariz casi inapreciables. ¿Por qué se produce? Cuando la persona miente, su subconsciente envía la señal de taparse la boca con el propósito inicial de que no se produzcan los embustes. Sin embargo, la mano acaba por rascarse la nariz (o la zona de alrededor) para evitar un gesto tan obvio.
Engañar provoca estrés, miedo y un esfuerzo mental. Debido a esto, el cuerpo siente una especie de amenaza y responde sudando más de lo normal. Este exceso suele aparecer en la frente o encima del labio superior. Aunque la sudoración es una de las formas con las que los polígrafos
aumento del sudoR facial.
señalan una mentira, hay individuos que simplemente sudan más porque son muy tímidos.
miRada fija, sin el movimiento habitual en una inteRlocución.
Mantener la vista casi sin pestañear en el interlocutor es una manera de controlar la situación y de tener a raya a aquel a quien se está mintiendo. Así, en lugar de admitir que no se está diciendo la verdad, se intimida. Por lo general, las personas cuando mantienen una conversación tienden a mirar hacia otro lado para ayudar a su cerebro a recordar. Dado que un mentiroso no tiene historia de la que acordarse, su cuerpo no reacciona de esta manera involuntaria.
subiR o bajaR el tono de voz.
Cuando alguien miente rebaja su tono de voz y suele hacerlo durante todo el tiempo que dura la conversación. Esto se produce porque en situaciones de ansiedad, las cuerdas vocales se vuelven más rígidas, provocando que la voz se haga más aguda y se eleve el tono.
daR más infoRmación de la solicitada y justificaRse.
Como los relatos con pocos detalles parecen más falsos, el individuo que pretende engañar al otro llena su discurso de aclaraciones aunque no hayan sido preguntadas por el interlocutor. Muchas veces este exceso de información es lo que les revela.