padres. “Mamá, quiero ser artista”.
Las extraescolares de los niños deben estar orientadas a algo que realmente les guste. Solo de esta manera les serán útiles.
C uando un niño está muy convencido de que quiere apuntarse a una actividad en concreto (no es un capricho) y se dan las condiciones familiares adecuadas (tiempo y coste) para poder llevarla a cabo, lo mejor es apoyar su decisión. No hay aprendizaje sin emoción y, ¿de qué nos sirve apuntarles a algo a lo que no presten ninguna atención?
Todo suma
En ocasiones, los padres tenemos la idea equivocada de que todo lo que no mejore su desarrollo intelectual no les sirve para nada. Sin embargo, existen muchas actividades, como los deportes de equipo o el teatro, que además de beneficiar su desarrollo intelectual, les ayudan a potenciar sus habilidades sociales.
Artes escénicas
A través de la interpretación, el niño refuerza su compañerismo, empatía y trabajo en equipo. A veces, por falta de tiempo y concentración de otro tipo de asignaturas, lo que menos se refuerza en el ámbito lectivo son este tipo de rasgos, y quizá sea de lo más importante para que el día de mañana se desenvuelva con éxito, tanto en el marco social como el laboral. Aunque estos aspectos se están potenciando cada vez más en los colegios, muchas veces no es suficiente. Por ello, el teatro, el cine, la música o la danza refuerzan esa capacidad y ayudan a que el niño mejore estas habilidades. Un aprendizaje que le va a servir para toda la vida.
Estas actividades permiten al niño explorar el mundo de la expresión y sus emociones, favoreciendo su facultad innata para comunicarse con mayor soltura. Entrena su memoria e imaginación, concentración, su ritmo, sentido musical y su voz desarrollando su faceta artística y aportándole la seguridad y autoconfianza que cualquier niño necesita.
Del mismo modo, a través de estas clases, el pequeño artista cada vez conecta más con su mundo interior, reflexionando, identificando, abriendo y canalizando sus emociones. Que conozca cómo manejar su sensibilidad es el trabajo pedagógico más gratificante que aporta la formación en artes escénicas o interpretación para niños y jóvenes.
También el deporte
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 42 millones de niños padecen sobrepeso a nivel global y el 83 % se concentra en países desarrollados. El registro de la obesidad y el sobrepeso infantil está llegando a cotas preocupantes en todo el mundo. Por este motivo, realizar actividades físicas durante 60 minutos al día es la principal recomendación de la OMS para combatir lo que parece ser que se va a convertir en la epidemia del siglo XXI en niños y adolescentes de entre 5 y 17 años.
El deporte tiene múltiples beneficios para los jóvenes, tanto a corto como a largo plazo, ya que ayuda a aumentar la flexibilidad, tener una buena postura corporal, potenciar el crecimiento, además de favorecer la integración y las habilidades sociales de los niños. Pero ¿qué deportes deben practicar nuestros hijos? “Es importante que haga el ejercicio que le guste y que se encuentre cómodo practicándolo”, explica Miguel Ángel López, jefe del Departamento de Educación Física de Primaria en Brains International Schools.