Disfruta las sales de baño
Reducen la hinchazón, suben la moral, miman la piel. Poner sal a la vida, no en la mesa sino en la bañera, tiene múltiples efectos terapéuticos y embellecedores.
D arse un baño reconforta, más tras un día de frío intenso. Pero, ¿sabías que este momento puede ser una auténtica cura? ¿Tu aliado? Las sales ricas en minerales y otros oligoelementos. “Las hay purificantes, de alto poder diurético, revitalizantes, antiinflamatorias y relajantes”, explica Toñi Leal, Wellness Personal Assistant del hotel Royal Hideaway Sancti Petri.
1. Purifican
Sobre todo las que contienen sales del mar Muerto. Son únicas en el mundo porque poseen 23 minerales. Estos en conjunto (calcio, potasio, bromo...) propician la eliminación de toxinas y a nivel individual cada uno desarrolla un efecto. Por ejemplo, el magnesio mejora la hidratación y trata dolencias cutáneas (eccema, psoriasis, hipersensibilidad). ¿Su modo de empleo? “Evita diluirlas en agua ardiendo, no añadas gel, ya que las fórmulas jabonosas pueden interferir en los resultados, y aclara, seca e hidrata a conciencia después del baño”, explican Anabel Vázquez y María Martínez, creadoras del e-commerce Laco nicum.com.
2. exfolian
Si buscas un renovación celular, usa un producto que contenga piedras de sal del Himalaya o de los Andes. “Como cualquier sal de baño, sufre un proceso de ósmosis (hay un intercambio). Pero en ese caso, el cuerpo se libera de los desechos, mientras capta minerales esenciales que renuevan y reparan la capa epidérmica”, aclara Maiko Tahara, experta en técnicas de belleza japonesa.