7 trucos para engañar al hambre.
¿Siempre tienes apetito? ¿No puedes parar de picotear? Sigue estas opciones para dar esquinazo a esos deseos ansiosos que disparan la báscula.
1. usa menaje pequeño
Juega con la percepción y ‘tima’ a tu cerebro utilizando platos y cubiertos mini. ¿el efecto? Comes menos, pero tu cerebro está engatusado porque ve un plato repleto (con copete). Lo mismo sucede al utilizar cubiertos pequeños: coges menos cantidad cada vez, tardas más en comer y da tiempo a que se active la señal de saciedad en el cerebro (esta tarda unos 20 minutos).
2. bebe agua
es el único alimento totalmente acalórico. toma un vaso antes de cada comida, conseguirás llenar el estómago, comer menos y evitarás confundir la sensación de sed con la de hambre. Pero ¡ojo! por sí misma no adelgaza, aunque sí ayuda a estar saciada y consigue acelera el metabolismo.
3. utiliza 20 minutos
La rapidez a la hora de alimentarse produce molestias gástricas y te convierte en una tragona. tómate tu tiempo, come y saborea lo que ingieres. La idea es que sea una ingesta consciente. Come sentado, si lo haces de pie no registras lo que realmente estás haciendo, lo que puede llevarte a una comilona compulsiva y desordenada.
4. toma fibra y proteína
“Los alimentos ricos en fibra, como la fruta y la verdura te sacian durante más tiempo gracias a la capacidad de esta celulosa para hincharse en el estómago”, apuntan desde la clínica Opción Médica. ¿ Y las proteínas? tienen que ser de alta calidad biológica y magras (sin grasa). Son un excelente aliado para regular la voracidad; se puede tomar una cantidad grande sin que se note en la báscula. Además, es una excelente recena. tomar una pequeña cantidad de proteína (30 gramos), hará que te levantes con menos hambre.
5. Come tranquila
¿No encuentras un momento para parar? este gesto te engorda. Saca tiempo y cuida el espacio (come lejos del ordenador, la tele o el móvil). te ayudará a ser más consciente de lo que tienes en el plato. Además, esta fórmula te asegurará que no vuelvas a tener hambre al poco tiempo (el cerebro entiende que ha comido y no te pide volver a hacerlo).
6. Distrae el apetito
No dejes que las actividades monótonas llenen todo tu tiempo; altérnalas con alguna placentera. Así, esquivas el pensamiento reiterativo de querer comer. Además, estar ocupado evita el picoteo descontrolado y tiene otra ventaja: quema calorías.
7. DesCansa Como un bebé
Dormir entre 7 y 8 horas de forma seguida asegura una correcta respuesta de las hormonas responsables de la saciedad y el hambre (leptina y grelina).