PadRes. ¿Cuántos deberes son suficientes?
Si les mandan muchos, nos quejamos; pero si llegan sin nada de trabajo a casa, dudamos de si estarán aprendiendo. ¿Qué es lo correcto?
Un tiempo de trabajo en casa puede ser muy útil en su proceso de maduración si se sabe administrar.
Calidad, no cantidad
No hay ningún estudio concluyente que apoye una relación entre mejor rendimiento con más deberes. Los expertos insisten en que las tareas hay que enfocarlas hacia completar lo visto en clase y a potenciar otros aspectos formativos del alumno, entre los que también se encuentra el esfuerzo y su capacidad para organizar su trabajo y la marcha del curso.
“Un maestro o profesor que organice bien su asignatura y aproveche el tiempo de clase eficazmente no tiene la necesidad de recurrir a muchos deberes para sacar lo mejor de sus alumnos”, explica Jerónimo García Ugarte, miembro del consejo asesor de AulaPlaneta.
Actualmente, este tema depende mucho de cada uno de los centros. En los más innovadores, apenas existen deberes en los cursos de los más pequeños y es a partir de la ESO cuando empiezan a aparecer. Eso sí, intentando que no sobrepasen más de una hora de trabajo diario.
“Cuando un colegio manda muchas tareas es que tiene un claro problema de actualización de sus metodologías y de organización individual de sus profesores y también como equipo de trabajo”, apunta el profesor García Ugarte.
Según la edad
A edades muy tempranas, lo lógico sería que los niños no tuviesen deberes entendidos como obligación y sí como algún tipo de actividad lúdica (algo que les divierta): leer un cuento o juegos de destreza mental.
Lo importante no es tanto tratar de fijar el curso de primaria en el que deben empezar los deberes como el tipo y la progresión de los mismos.
El segundo ciclo de primaria puede ser un buen momento para empezar con las tareas (entendidas como tales) si están bien organizadas por los profesores y no suponen una carga de trabajo importante. Los deberes a estas edades tienen que aportar algo nuevo, diferente a lo visto en clase y que no se midan por tiempo, sino por el disfrute que el niño pueda sacar de ellos.
Acordarlos en equipo
Una de las causas principales de este exceso de deberes que todavía tienen muchos colegios es porque siguen sin entenderlos como algo que tiene que ser consensuado y trabajado por todos los profesores. Muchas veces, continúan siendo un tema particular de cada uno de los profesores o asignaturas. De este modo (y haciendo un simple cálculo), si cada asignatura supone un tiempo tan pequeño como 15 minutos de deberes y sumamos 6 asignaturas, ya tenemos 2 horas de tareas. ¡Y solamente contando 15 minutos por cada asignatura!