Mía

‘Me duelen los huesos’

Es una queja habitual que siempre debería suponer la intervenci­ón de un médico para identifica­r el origen.

- POR ABIGAIL CAMPOS DÍEZ

Las enfermedad­es del sistema musculoesq­uelético o aparato locomotor afectan a más del 20 % de la población mayor de 16 años y son el origen del dolor crónico en la mitad de los pacientes que lo padecen. Son patologías que afectan a la anatomía o la función de los componente­s musculoesq­ueléticos: estáticos (elementos pasivos del movimiento, que son articulaci­ones y hueso) y dinámicos (elementos efectores del movimiento, que son ligamentos, tendones, músculos y nervios), también llamados tejidos blandos. Hay más de 250 enfermedad­es reumáticas que cursan con dolor.

¿sabes dónde es el dolor?

Pero aunque lo habitual es escuchar a algunas personas decir “me duelen los huesos”, lo cierto es que generalmen­te lo que duele son las articulaci­ones. En el Estudio EPIDOR realizado por la Sociedad Española de Reumatolog­ía (SER), en diferentes servicios de reumatolog­ía, se constató que solo el 4 % de los pacientes tenían dolor de origen óseo, frente a un 62 % que era de procedenci­a articular, un 12 % de origen muscular y un 14 % que tenía un dolor procedente de los tejidos blandos.

Sin embargo, los huesos pueden doler y lo hacen asociados a diversas patolo- gías. El dolor óseo está relacionad­o con fracturas asociadas a la osteoporos­is, tumores benignos y malignos, incluidas la metástasis y la enfermedad de Paget, un proceso en el que el tejido óseo viejo se reemplaza gradualmen­te por otro nuevo y, con el tiempo, los huesos afectados se vuelven frágiles y se deforman. También puede tener su origen en una necrosis, también llamada infarto óseo, que supone una destrucció­n de parte del hueso debido a la falta de vasculariz­ación de una determinad­a zona.

¿Y si es osTeoPoros­is?

Se denomina epidemia silenciosa porque “no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Es decir, al inicio de la osteoporos­is no se refiere dolor”, apunta Montserrat Romera, miembro de la SER (ser.es) y reumatólog­a en el Hospital Universita­rio de Bellvitge de Barcelona. Aproximada­mente 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporót­ica. Las más frecuentes son las de muñeca, cadera o vertebrale­s.

ve al MÉdiCo

“Un dolor continuo de origen óseo, intenso, incluso nocturno, es un signo de alarma”, advierte Javier Vidal Fuentes, reumatólog­o, experto en Medicina del Dolor del Hospital de Guadalajar­a, y miembro de la Sociedad Española del Dolor (sedolor.es). La visita al médico es obligada porque el paciente no puede discrimina­r el origen del dolor, dada la complejida­d de las estructura­s.

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Las fracturas osteoporót­icas y los tumores son las causas más frecuentes de dolor óseo.

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