givenchy La herencia de

el diseñador, uno de los grandes maestros de la alta costura del siglo XX, murió mientras dormía el pasado 12 de marzo, a los 91 años.

El Conde Hubert de Givenchy, Le

Grand Hubert (el modisto medía 1,96 m) o “el eterno aprendiz”, como a él le gustaba describirse, vistió a Jackie Kennedy, Grace Kelly, Liz Taylor o Lauren Bacall, pero si hubo alguien que supo encarnar y reflejar la elegancia de su estilo fue, por encima de todas las demás, Audrey Hepburn.

el aprendiz y el maestro

Su vínculo nació ya estrecho, en 1953, en el estudio que el modisto tenía en el número 8 de la Rue Alfred de Vigny de París. Este, por cierto, situado a escasos 20 minutos a pie del taller de su maestro, “su Dios” y a la vez, “un padre” para él, don Cristóbal Balenciaga, el “arquitecto de la moda”. Givenchy se había presentado en París con solo 17 años dispuesto a cumplir su sueño, y la primera parada que hizo en la ciudad fue en la maison del vasco. El maestro le enseñaría a buscar la sencillez, a respetar los tejidos y a ser honesto con su clientela. Él, como el propio aprendiz, pensaba que el vestido debía adaptarse al cuerpo de la mujer y no al revés; que ella debía ser lo importante, no la ropa: un concepto que, para Givenchy, estaba muerto desde hace tiempo, dilapidado por showmans de la moda y diseñadores de trajes imposibles e imponibles (como Galiano).

un ‘matrimonio’ de 40 años

Pero, como íbamos diciendo, la Hepburn se presentó en el estudio de Givenchy buscando un vestido para Sabrina y él se mostró reacio, probablemente influido por la “pequeña camisetita” y el sombrero de gondolero, recuerdo de Venecia, que vestía la actriz. Sin embargo, fue cambiarse y cambiarle la vida al diseñador: “Ella le daba vida a la ropa”. Audrey salió de allí con un diseñador de cabecera (se encargó del vestuario de diez de sus películas, como Desayuno con Diamantes, Una cara con ángel o Charada, o del de sus dos vestidos de boda) y con un amigo o “un amor platónico de 40 años”, como dijo él. “Hay pocas personas a las que quiera tanto”, diría ella.