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Puedes hacerlo como freelance (la forma más común) o como parte de la plantilla. Lo que está claro es que se está convirtiendo en el modelo laboral de las nuevas generaciones.
Buscar la efectividad
en su afán por innovar y aumentar la efectividad de sus equipos, cada vez más empresas se apuntan a la idea de trabajar por proyectos. ¿Qué significa exactamente? en esta fórmula, en vez de dar prioridad a las distintas áreas de la empresa (marketing, comercial y ventas o recursos humanos, entre otras) se priorizan los distintos proyectos de la compañía y los objetivos que se marquen en ellos. eugenio de andrés, socio director de tatum consulting Group (tatum.es), cree que “es un modelo de funcionamiento muy de startup, que se potencia con algunas modas organizacionales como agile (un modelo que ‘trocea’ un proyecto en varias partes para que cada una de ellas sea abordada por un equipo de forma independiente, que luego se pone en común).
con autónomos
el trabajo por proyectos puede enfocarse desde diferentes perspectivas. Se dice que es externo cuando la empresa lo realiza con freelance o autónomos, “algo muy habitual en los ámbitos tecnológicos, de construcción o deportivos”. Según eugenio de andrés, “este modelo encaja con las demandas de las nuevas generaciones que se enganchan más a proyectos y retos concretos que a grandes compañías que tienen culturas y formas de entender el trabajo que distan mucho de las suyas”. el modelo también es perfecto para los khowmads, “profesionales que trabajan desde cualquier lugar, para cualquier organización y que circunscriben sus colaboraciones mientras se produce un intercambio de valor para ambas partes (cuando deja de producirse, abandonan el proyecto para buscar un nuevo reto)”.
con la plantilla
aunque la mayoría del trabajo por proyectos se realiza con profesionales externos, también se puede dar dentro de la empresa con la propia plantilla. en estos casos, “se saca a los trabajadores de sus puestos habituales para formar un equipo multidisciplinar que aborde un objetivo concreto”. ¿es siempre ventajoso? el experto no lo cree, ya que advierte que “suele generar problemas de exceso de carga de trabajo, de falta de reconocimiento por el esfuerzo hecho o de conciliación. aunque bien organizados, contemplando todos los aspectos importantes, pueden funcionar bien”.
para los ‘millennials’
sin duda, este modelo se ha extendido como la pólvora, pero no es para todo el mundo. a los millennials les encanta, “ya que pueden elegir los proyectos que les interesan, además de permitirles crecer profesionalmente, aprender, atesorar experiencias diferentes, conocer distintas realidades organizacionales e incluso trabajar en otros países y en muchos casos conciliar con el resto de sus obligaciones e inquietudes”, explica de andrés. Sin embargo, no es tan interesante para aquellos que tienen mentalidad funcionarial, “que buscan un ‘trabajo nescafé’, que les dé un sueldo fijo para toda la vida porque tienen que esforzarse permanentemente, aprender cada día para actualizar su valor, y, por supuesto, conseguir los siguientes proyectos”.
así afecta a la empresa
para las empresas, esta forma de trabajo puede ser ventajoso: tienen menos costes fijos, no necesitan generar pasivos laborales (dinero reservado para indemnizaciones) y pueden contar con los mejores expertos en cada materia. no obstante, también “implica, para las organizaciones, un nivel de gestión de los recursos mucho más complejo, y una revisión de su cultura y sus formas de hacer permanente para lograr ser espacios atractivos para estos profesionales”.