¿Y EN VERANO?

Una vez adoptados los consejos básicos para disfrutar de una plácida noche en cualquier época del año, repasamos los consejos básicos que te pueden ayudar en una de las épocas más complicadas, el verano.

Actitud.

Meterte en la cama pensando que va a ser una noche horrible no ayuda.

Una ducha tibia.

Se trata de bajar la temperatura corporal, así que el agua debería estar rondando los 20 grados. Si te es difícil, empieza a bajar los grados de forma progresiva.

Preparar la habitación.

Mantener la estancia a oscuras, con las persianas bajadas y la ventana cerrada es la única forma de evitar que entre el calor del exterior. Lo más apropiado es ventilar solo a primera hora de la mañana y cuando ya se ha ido el sol.

Fan del algodón.

Tanto en el pijama como en la ropa de cama. Busca fibras que te ayuden a mantenerte más fresca y que transpiren fácilmente.

Amortiza tu congelador.

Puede parecer una locura, pero lo cierto es que ayuda. Prueba a meter unas horas las sábanas en el congelador y colócalas antes de dormir. No te olvides de guardarlas en una bolsa para evitar olores desagradables. Otra idea es dormir junto a una botella de agua congelada, para que te ‘robe’ el calor.

Evita las corrientes y dormir con el aire acondicionado.

En el momento es algo placentero, pero tu salud se puede ver debilitada.