DORMITORIO VERANIEGO
El primer paso en tu viaje hacia la búsqueda del sueño placentero debe ser transformar el ambiente de tu habitación y convertirlo en un lugar propicio para el descanso. Esto se resume en mantener tu dormitorio fresco, oscuro y silencioso y, para ello, algunos cambios en la decoración pueden ser suficientes para mejorar la calidad de tu sueño y tu salud.
LUZ CÁLIDA.
Durante la noche, cuando uno necesita relajarse, una luz más sutil y cálida, procedente de apliques o de un bañador de pared, puede facilitar nuestro encuentro con el sueño.
ADIÓS A LA ELECTRÓNICA.
Un televisor o una maraña de cables junto a tu cama no hacen ningún favor ni a tu decoración ni a tu sueño. Los estudios demuestran que prestar atención a aparatos electrónicos antes de acostarse, ya sea mirar televisión o consultar el correo electrónico, tiene un efecto perjudicial sobre el sueño.
TEJIDOS NATURALES.
Las sábanas que escojas te ayudarán a dormir mejor durante toda la noche. Los tejidos orgánicos como el lino, cuyas propiedades termorreguladoras favorecen el mantenimiento de la temperatura del cuerpo tanto en invierno como en verano, serán unas buenísimas aliadas en tu descanso.
PAREDES OSCURAS.
Aunque parezca una locura, pintar o empapelar una de las paredes de tu habitación en un tono más oscuro puede ayudar a crear una atmósfera relajante.
CORTINAS OPACAS.
Reemplaza tu fina cortina por una elegante y más tupida que te ayude a filtrar la luz o apuesta por una cortina romana en un tono oscuro. Ambas opciones harán que la luz no se introduzca muy temprano en tu habitación.