Limpiar sin contaminar.
Si quieres ser una buena ecolimpiadora, pon tu granito de arena utilizando productos de higiene para el hogar que no sean nocivos para el planeta… ¡ni para tu salud!
Está claro que geles, detergentes o suavizantes son grandes contaminantes. Por eso te conviene mirar muy bien qué limpiadores utilizas (en tiendas bío encontrarás marcas especializadas) o, también, puedes fabricarlos tú misma.
1 PLATOS
Para hacer tu propio lavavajillas, pon en el fuego agua (3 tazas) y zumo de limón (4 cucharadas). Añade sal gruesa (4 cucharadas) removiendo todo el tiempo, bicarbonato sódico (2 cucharadas) y, al final, 1/2 taza de jabón de glicerina rayado. No dejes de remover hasta que quede una pasta homogénea y ¡ya tienes tu propio jabón para el lavavajillas!
2 TABLA DE CORTAR
Los cortes de los cuchillos las degradan muchísimo, pero limpiar las de resina, piedra o mármol y eliminar el olor y la pigmentación es mucho más fácil de lo que pueda parecer. Para ello, solo necesitas medio limón con el que restregar la superficie de la tabla. La aclaras con agua y listo.
3 SUELOS
Añade un buen chorro de vinagre blanco o el zumo de un limón al cubo del agua antes de pasar la fregona. Elimina la suciedad y no deja marcas.
4 INODORO
A veces, cuesta eliminar las manchas del fondo del sanitario, pero con ácido cítrico (que puedes adquirir en herboristerías y en algunos supermercados) resulta sencillísimo. Solo es necesario tirar un vaso al inodoro y dejarlo actuar toda la noche. Al día siguiente, cepilla un poco el fondo con la escobilla del váter y tira de la cadena.
5 GRIFERÍA
Los dos grandes enemigos de los grifos son la cal y los hongos. Para limpiarlos sin dañar su superficie, necesitarás verter 250 ml de vinagre en un bote pulverizador junto con 5 gotas de aceite esencial de limón o pomelo. Pulveriza la mezcla sobre el grifo y deja actuar 5 minutos. Después, limpia con un paño. Si hay algún rincón al que no llegas bien, puedes utilizar un cepillo de dientes viejo. Deja actuar un par de minutos más y aclara con agua.
6 CRISTALES
Un truco típico de los camareros de toda la vida es utilizar la ginebra para limpiar los cristales. Con un chorrito encima de un paño de algodón es suficiente (también puedes vaporizar directamente sobre el cristal). Y la mejor forma de secarlos para que no queden marcas: ¡papel de periódico!