Verónica Blume.

Fue una de las modelos españolas con más éxito en Nueva York, pero lo que a ella le llena es el yoga.

“CON 21 AÑOS, ME VI CAMINANDO COMO LOS NEOYORQUINOS Y DECIDÍ VOLVER”, CONFESABA VERÓNICA BLUME.

Nació en Alemania en julio de 1977 y, desde muy joven, comenzó su andadura como modelo, al ser descubierta por la agencia Traffic Models y ganar, con solo 16 años, el concurso ‘Supermodel of the World’, organizado por la revista Elle. Comenzaba, así, su carrera como modelo en Nueva York, un contrato millonario con la agencia Ford y su trabajo con firmas como Chanel y Calvin Klein. También se animó con la televisión, participando en la serie Out of the Blue, que no llegó nunca a emitirse en España.

SU VUELTA A ESPAÑA

Como ella misma asegura, cuando se dio cuenta de que había comenzado a caminar como los neoyorquinos, “como una autómata”, decidió que era el momento de tomar el camino de vuelta. Regresó a España y se instaló en Barcelona, la ciudad que para ella lo tiene todo: “el mar y la montaña, y las Islas Baleares están realmente cerca”, aseguraba Blume en una entrevista.

SU PASIÓN: EL YOGA

Después de 10 años de frenética actividad en el mundo de la moda, a los 25 años se quedó embarazada de su hijo, Liam, y se retiró de las pasarelas. Es ahí cuando comenzó su relación con el yoga que, en un principio, practicaba para aliviar los dolores de espalda típicos del embarazo, pero que enseguida la cautivó. Ahora asegura que, si no lo practica cada mañana, lo nota durante todo el día. En aquel momento vivía en Ibiza, se formó en Kundalini Yoga y comenzó dando clases en el salón de su propia casa. En una entrevista, en 2013, confesaba que en 10 años se veía “viviendo en un entorno súper natural, lejos de las grandes civilizaciones, con un centrito de yoga”, y en un lugar que le permitiera ser ella misma. Y aunque lo del entorno natural no se ha cumplido, tal es su pasión por esta práctica que abrió su propio espacio, The Garage, en el centro de Barcelona, donde imparte clases de diferentes disciplinas de yoga desde hace 4 años. Para Blume, el yoga es algo más que una disciplina, es hacer ejercicio no solo físico, sino también mental, y afirma que su práctica ha cambiado la relación consigo misma, ayudándole a encontrar la paz interior.