MONASTERIO DE PIEDRA
A medio camino entre Madrid y Zaragoza nos espera un enclave único que ofrece una experiencia de lo más completa. Se puede comenzar por la visita al Monasterio Cisterciense Santa
María de Piedra y dejarse impresionar por su claustro o el altar barroco. Para continuar, te espera un paseo lleno de encanto y con una gran sorpresa, su impresionante cascada.
Y hay más. El fin de fiesta perfecto es una sesión relajante en el spa para aprovechar al máximo las propiedades termales de sus aguas.