ENTREVISTA
“El papel más difícil que he hecho ha sido el de Ariadna, mi personaje en ‘La casa de papel’. Era una persona con mucho monólogo interno”
Clara Alvarado.
Espontánea, cantante, compositora y deportista. A Clara Alvarado le apasiona todo lo que desarrolle su parte creativa. Ahora, está volcada en varios proyectos musicales y reconoce que las nuevas tecnologías son otra herramienta para crecer profesionalmente.
¿Dónde creciste?
En Extremadura, en el campo. Nací en Navalmoral de la Mata, un pueblo de Cáceres, y me crié en esa localidad y en Deleitosa, donde también tengo familia.
¿Cómo empezaste en el mundo de la interpretación?
En una escuela de música, en Navalmoral, con 13 años. Me formé en clarinete, en canto lírico y estuve en la banda y en el coro, así desarrollé mi parte más creativa, sensitiva y emocional.
¿Qué más se te da bien hacer?
El deporte y todo lo que tiene que ver con las manualidades, como pintar, coser o hacer taracea. Me gusta desarrollarme de forma creativa: ahora estoy muy volcada en un proyecto musical que tengo con una amiga.
¿Si no hubieses sido actriz?
Estudié enfermería, porque en mi familia son sanitarios. Lo compaginé con arte dramático y terminé ambas. Trabajar como enfermera me haría muy feliz, y como plan b, ahora mismo tengo la música.
¿Qué es para ti lo más estimulante del mundo de la interpretación?
El juego, la improvisación, colocarte en escena y dejar que fluyan tus emociones. A veces, intentamos hacer una interpretación que quiere ir por otro lugar, pero tu cuerpo y tu cabeza te dicen que no.
¿Cuál ha sido tu papel más difícil?
Probablemente, Ariadna, mi personaje en La casa de papel. Era una persona con mucho mundo interior y monólogo interno. Cuando hablas, tienes un arma para expresarte a través de la palabra, pero cuando solo transmites con la cara es diferente.
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado en tus años de carrera?
Si quieres llegar pronto, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado.
¿Con qué actor o actriz te gustaría trabajar?
El primero que se me pasa por la cabeza es Leonardo DiCaprio. Me muero si me toca un personaje con él.
¿Y con qué director o directora?
Con Paula Ortiz, me encantaría hacer una película con ella.
¿Con qué proyectos estás ahora mismo?
Con el musical de Flashdance, que estamos a la espera de retomar la gira; he participado en la serie de Telecinco Madres; tengo un proyecto musical entre manos muy fuerte y varios horizontes abiertos que no puedo desvelar... hoy voy a un casting muy importante.
Lo que más me motiva de la interpretación es la improvisación, dejar que fluyan tus emociones. A veces, intentamos hacer una interpretación determinada, pero tu cuerpo y tu cabeza te dicen que no.
Hablando de ‘castings’... para contratarte, ¿te han preguntado alguna vez por tus seguidores en redes?
Una vez, pero creo que la calidad de un proyecto no se mide por el número de seguidores, sino por la calidad de sus actores.
¿Cómo te llevas con las redes sociales?
A veces, bien, y, a veces, mal. He hecho un ejercicio para llevarme bien con ellas, porque es una herramienta para mi trabajo. Creo que hay que usarlas con cabeza, que no te dominen a ti los móviles y las redes sociales, sino tú a ellas.
Sinceramente, ¿cuántas fotos sacas cuando te haces un selfi?
¡Muchas! No te puedo decir un número, pero no me hago solo una.
Aunque es verdad que antes me fijaba mucho más en cómo quedaba la foto y ahora no tanto.
¿Cuáles son las ‘apps’ que utilizas para editar las fotos?
Sobre todo, InstaSize y Huji, porque hace las fotos con efectos, pero también utilizo VSCO o el mismo editor de Instagram. Para editar los stories uso Unfold, si tengo tiempo.
¿Qué es lo más importante para ti en cuanto a las prestaciones de un móvil?
La rapidez del teléfono, porque no me gusta perder el tiempo con ello. Que tenga una buena cámara y una batería que dure.
Me formé en clarinete, en canto lírico y estuve en la banda y en el coro de Navalmoral de la Mata, así desarrollé mi parte más creativa, sensitiva y emocional.
¿Cuáles son tus básicos para vestir?
Una chupa negra, las Converse y los vaqueros, en general. Me gustan pitillos, de tiro alto, de pata de elefante, anchos... Y camisetas básicas de colores que tengan algún significado.
¿Alguna prenda fetiche?
Varias blusas vintage que me parecen muy cuquis y que puedo combinar perfectamente con otras piezas.
¿Cómo cuidas tu imagen?
Intento beber mucha agua, hago ejercicio y como de manera equilibrada, pero no hago ninguna dieta. Salvo que tenga que preparar un personaje en concreto para el que tenga que engordar o adelgazar.
¿Qué libro estás leyendo ahora?
Varios. Estoy con Biografía del silencio, de Pablo d’Ors, Déjame que te cuente, de Jorge Bucay, e Inés del alma mía, de Isabel Allende. Esta novela me está enganchando muchísimo, porque cuenta la historia de una extremeña.
Cuando necesitas desconectar, ¿dónde te refugias?
Busco un lugar tranquilo, bebo agua y respiro. Tiene que ser un sitio al aire libre y en el que me dé el sol: cuando me agobio, necesito la luz y busco un lugar en el que haya estas cosas.
En tu día a día, ¿vives el momento o lo tienes todo programado?
Depende... Por un lado, está mi madre diciéndome que me organice y, por otro, tengo una doble moral: me gusta ser disciplinada, aunque creo que mi naturaleza es bastante más caótica. Me esfuerzo por ser un poco más ordenada, porque mi trabajo lo requiere y creo que el orden es importante, pero no cuadriculada, es decir, que haya un margen a la improvisación. Esto lo aplico en todos los aspectos: en casa, en la familia o con la pareja.
¿Cuál es tu mejor cualidad?
Creo que la espontaneidad. También mi capacidad de expresarme a través de la música, cantando. Lo tenía abandonado y tengo que retomarlo.