Mía

LA TRANSSEGRE

LA FIESTA DEL AGUA EN BALAGUER

- POR TERESA PINYOL

Cada verano, cuando el calor empieza a apretar, se celebra en Balaguer (Lleida), la fiesta más divertida de la temporada. Un descenso por el río que une 3 municipios y se realiza en dos etapas: todo un fin de semana de fiesta, música… y muy buen ambiente. Apúntatelo bien: el 12, 13 y 14 de julio, escápate a la puerta del Montsec. BARCAS CUSTOMIZAD­AS

Desde hace la friolera de 34 años, se viene celebrando en la capital del Montsec la Transsegre, un divertido descenso que empezó casi como una broma entre amigos. El festejo se basa en que cada cuadrilla fabrique su propia barca de forma completame­nte artesanal y la utilice para el descenso acotado por la organizaci­ón. Cada embarcació­n puede tener de 2 a 10 tripulante­s, se mantendrá a flote sobre ruedas o hinchables… y podrá decorarse con el motivo que cada grupo prefiera. En realidad, el lema de la fiesta bien podría ser “Hazlo como quieras, pero ¡pásatelo bien!”. Actualment­e, los participan­tes directos rondan los 2.000 (ya que, por seguridad, se limitan las embarcacio­nes a un máximo de 300). Paralelame­nte, se celebran conciertos y actividade­s lúdicas aptas para todos los públicos, por lo que resulta una fiesta de lo más divertida para ir con niños. El año pasado asistieron a esta fiesta unas 15.000 personas… y los próximos días 12, 13 y 14 de julio está previsto que se iguale o se supere esta cifra.

ETAPAS FLUVIALES

Aunque en Balaguer empiezan a calentar motores la noche del viernes con un concurso de DJs, la Transsegre propiament­e dicha empieza el sábado por la tarde. Todas las embarcacio­nes salen en esta etapa de Camarasa para llegar a Sant Llorenç de Montgai, y el domingo se realiza el recorrido que va desde Gerb hasta Balaguer. La primera etapa transcurre tranquila por las aguas del pantano… mientras que la segunda –la del domingo por la mañana– discurre durante 4 km con algún que otro pequeño rápido durante el trayecto.

La organizaci­ón (40 voluntario­s que trabajan a lo largo del año para hacerla posible) hace gala de la experienci­a que su larga trayectori­a le ha otorgado, por eso se extrema la seguridad para los

participan­tes y se habilitan puntos de informació­n y aparcamien­to. La fiesta, que empezó a mediados de los 80 cuando un grupo de amigos se retaron a bajar en barca por el río, se ha convertido a día de hoy en una forma muy activa de reivindica­r el espacio natural de este afluente del Ebro.

MÚSICA Y ESPECTÁCUL­OS

En el parque de la Transsegre de Balaguer se suceden los conciertos y espectácul­os durante todo el fin de semana. El sábado por la noche, la música es la protagonis­ta, con ritmos que invitan a bailar a todos los públicos. Cerca está habilitada una zona de acampada, donde se alojan grupos de tripulante­s de agua dulce venidos de lejos.

El domingo por la mañana, mientras las embarcacio­nes se enfrentan a su etapa final, el público asistente aprovecha para tomar el aperitivo y disfrutar con los grupos de animación que ayudan a que la espera se haga más corta.

UNA JOYA DESCONOCID­A

La ciudad de Balaguer no es un destino habitual para los amantes de pequeñas escapadas, por lo que la mayoría de los que se acerquen para disfrutar de la Transsegre tendrán la suerte de descubrir un enclave bellísimo, cargado de historia, y con puntos de interés tan sobresalie­ntes como las murallas medievales, el colorido casco antiguo, la Mercadal (la plaza porticada más grande de Cataluña) la basílica del Sant Crist, el vibrante y centenario mercado de los sábados o la grandiosid­ad catedralíc­ea de la Iglesia de Santa María. Y, por si fuera poco, todo bien marinado con una oferta gastronómi­ca de altura.

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 ??  ?? A la izquierda: Durante el descenso, los participan­tes se mojando de una a otra barca. Abajo, a la izquierda: El río Segre, a su paso por Balaguer; en lo alto, los restos del Castell Formós y la basílica del Sant Crist. Abajo: Vista de pájaro de las barcas por el pantano de Sant Llorenç. Vista nocturna de las murallas con Santa María al fondo.
A la izquierda: Durante el descenso, los participan­tes se mojando de una a otra barca. Abajo, a la izquierda: El río Segre, a su paso por Balaguer; en lo alto, los restos del Castell Formós y la basílica del Sant Crist. Abajo: Vista de pájaro de las barcas por el pantano de Sant Llorenç. Vista nocturna de las murallas con Santa María al fondo.

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