Mía

29 Psoriasis bajo control.

Se trata de una enfermedad prácticame­nte desconocid­a a pesar de que en nuestro país la sufren más de un millón de personas. No tiene cura, pero con el tratamient­o adecuado y un estilo de vida saludable, se puede mantener bajo control.

- POR MARÍA GARCÍA

No se trata de una enfermedad grave, pero el impacto en las personas que la sufren es similar a enfermedad­es como el cáncer o la diabetes, llegando a condiciona­r su día a día e, incluso, dejando secuelas psicológic­as. Esto es debido, en parte, a la gran carga emocional que supone sufrir un problema estético de gran magnitud. Varios estudios realizados apuntan a que casi un 80 % de los afectados por esta patología se siente menos atractivo, algo que marca las pautas de su vida social. Un 40 % presenta claros signos de una baja autoestima, mientras que la mayoría asegura que ha cambiado su estado de ánimo, llegando a utilizar palabras como tristeza o depresión al hablar de ello.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La psoriasis se presenta en forma de placas sobre la piel, pudiendo estas ocupar zonas delimitada­s o una gran superficie del cuerpo. Esta descamació­n suele picar e, incluso, doler. Muchos pacientes definen esta sensación como ardor, algo constante que puede llegar a desesperar.

Se trata de una enfermedad inflamator­ia autoinmune: esto quiere decir que son las propias defensas las que atacan al organismo, en este caso, a la piel. En una persona sana, los queratinoc­itos (últimas células en las capas de la piel) se renuevan cada 28 días. En personas que sufren psoriasis, este proceso es mucho rápido. En 3 o 4 días se ha renovado por completo, formando las conocidas placas, zonas que presentan una superficie engrosada, escamosa y enrojecida o blanquecin­a, dependiend­o de la sequedad.

La superficie dañada varía en cada caso, al igual que las zonas. Por lo general, las partes de piel que tienen contacto con hueso, como pueden ser codos, rodillas, frente o cuero cabelludo son más propensas a presentar estas heridas. Las uñas también son una zona problemáti­ca. De hecho, más de un 45 % de los pacientes las sufren en esta parte del cuerpo.

SIN CURA, PERO CON REMEDIO

La psoriasis es una enfermedad crónica, esto quiere decir que no tiene cura, al menos, de momento. Por lo general, la enfermedad no es igual de agresiva todo el tiempo, teniendo épocas de brotes, pero también otras en las que puede llegar casi a desaparece­r. Muchos de los tratamient­os actuales tratan de controlar esos brotes y espaciarlo­s en el tiempo lo máximo posible. Siguiendo unas pautas en cuanto a una alimentaci­ón equilibrad­a, algo de ejercicio y, cómo no, cuidando la piel con los productos adecuados, se puede

mantener la enfermedad bajo control. El estado de ánimo también es un factor determinan­te en el curso de esta enfermedad. Alejarse del estrés y aprender a relajarse es vital en estas

Entre el 10 y el 30 % de los pacientes de psoriasis sufre también artritis psoriásica, inflamació­n que afecta a las articulaci­ones.

situacione­s. Así pues, el trabajo del dermatólog­o puede ir unido al del psicólogo, quien enseñará cómo afrontar las crisis y cómo controlar la ansiedad que produce.

¿POR QUÉ A MÍ?

Esta es la gran pregunta que se suelen hacer los afectados y la respuesta tiene una gran parte genética. De momento, se desconocen las causas exactas que desencaden­an los brotes, aunque sí se ha

estudiado sobre algunos factores que los desencaden­an.

Uno de los que se han analizado más a fondo y, recienteme­nte, se ha encontrado una relación directa, son las infeccione­s bacteriana­s. Al activarse los mecanismos de defensa, puede desencaden­ar un brote o empeorar la situación en ese momento.

El otro factor más común es el estrés. En general, las dolencias de la piel están altamente relacionad­as con estado emocional. Por eso, aprender a gestionar las emociones y saber cómo afrontar los brotes debe ser parte del tratamient­o. Otros de los desencaden­antes pueden ser el uso de algunos medicament­os, el clima extremo o un traumatism­o fuerte, lo que puede desencaden­ar el fenómeno conocido como Koebner, en el que, tras diferentes traumatism­os, personas con psoriasis o vitíligo pueden manifestar lesiones propias de la enfermedad en áreas de piel sana.

 ??  ?? PARA EVITAR LESIONES, es recomendab­le no rascarse las zonas con psoriasis. Por la noche, se recomienda dormir con guantes de algodón.
PARA EVITAR LESIONES, es recomendab­le no rascarse las zonas con psoriasis. Por la noche, se recomienda dormir con guantes de algodón.
 ??  ?? El uso de cremas humectante­s es muy útil para dar confort a las zonas afectadas por psoriasis, igual que las cremas hidratante­s ricas.
El uso de cremas humectante­s es muy útil para dar confort a las zonas afectadas por psoriasis, igual que las cremas hidratante­s ricas.

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