TU NUEVA DIETA
Entre el 50 y el 70 % de cada comida debe estar formado por vegetales u hortalizas. Si apuestas por un plato único, asegúrate que más de la mitad del plato esté ocupado por verduras.
Da prioridad a las proteínas de origen vegetal, como las legumbres. Olvida el mito de que engordan y empieza a cocinarlas con verduras. En tu plan semanal deben aparecer entre dos y cuatro veces.
Limita al máximo el consumo de carne y aumenta la ingesta de huevo o pescado.
Se acabaron los cereales refinados. De forma esporádica, puedes introducir en un plato algún cereal integral como pasta o arroz.
El pescado azul, las nueces, las semillas de chía o el lino son fuente de omega 3, uno de tus grandes aliados en esta nueva etapa.
A la hora de elegir fruta, da prioridad a los frutos rojos, ricos en antioxidantes.
Al cocinar, que el protagonismo sea para las especias y no la sal. Destaca el uso de la cúrcuma, ya que aporta valiosos nutrientes para las mujeres en esta etapa. Junto a la pimienta, no solo aumenta el sabor de los platos, también su poder nutricional.