Manual de depilación.

Con cuchilla, maquinilla, cera, láser… No importa de qué bando seas. Si tu objetivo es mantener un cuerpo sin vello, esto te interesa.

DMARÍA VÍLLORA

epilarse es un hábito para la mayoría de las mujeres. Existen muchas maneras de hacerlo, sin embargo, según Treatwell, el portal online líder de reservas de en salones de belleza, algo ha cambiado. “Mientras que la cera es casi historia y han bajado las reservas, hay una técnica que ha crecido: el sugaring o, lo que es lo mismo, la depilación con azúcar” (un tratamiento 100 % natural que elimina el vello desde el folículo y, según los expertos de Treatwell, es menos agresiva con la piel y menos dolorosa que otras técnicas). La depilación de ingles también baja en los salones, seguida de la de piernas. Cada vez más mujeres se depilan en casa, dado el amplio abanico de productos para hacerlo.

Todo depende de la zona, por eso, hemos querido desgranar cada detalle y desmontar ciertos mitos en torno a algunas herramientas.

Los expertos nos rebaten algunas afirmaciones que aún se oyen respecto a depilarse con cuchilla.

“Depilarse con cuchilla todos los días hace que el vello crezca más oscuro”. Es un mito común, pero totalmente falso, así lo corrobora un estudio científico elaborado por el Instituto Clínico Eurofins en 2017. El color y crecimiento del vello viene determinado por la genética y las hormonas. Cuando el vello vuelve a crecer después de haber cortado la punta –que es más fina– genera la impresión de que es más oscuro, pero en realidad no lo es.

“Apretando más, se consigue una depilación más apurada”. Nada más lejos de la realidad. Si aprietas demasiado la maquinilla, te puede provocar cortes y tirones. Mantén el cabezal paralelo a la piel, para que la máquina pueda hacer su trabajo. Aplica movimientos ligeros para conseguir una depilación apurada, cómoda y sin irritaciones.

“Depilarse todos los días es malo para la piel”. También falso. “Si tienes el vello denso y te crece deprisa, posiblemente te encuentres más cómoda depilándote todos los días. De hecho, si lo haces con maquinilla, le da un aspecto y sensación más suave a la piel, porque exfolia las células muertas”, aclara Elio Estévez, director de comunicación científica de Venus.

“Si te depilas con cuchilla, te crece más pelo y más fuerte”. No es cierto. Lo que ocurre es que no presenta el mismo grosor en la base que en la punta, que es bastante más fina. “Cuando lo rasuramos, lo que percibimos es su mayor diámetro junto a la piel, pero el calibre del tallo sigue siendo el mismo. El rasurado no debilita ni elimina el pelo. A diferencia de la depilación láser, que coagula la raíz, la cuchilla solo lo corta y, por esta razón, los resultados tienen una duración temporal. Sin embargo, es la recomendación más adecuada para mantener la piel libre de vello hasta la siguiente sesión con láser”, asegura la Dra. Royo, del Instituto Médico Láser (IML).

“Con la depilación, se va antes el moreno”. Esto es físicamente imposible, porque no se puede depilar el moreno. En realidad, una depilación periódica mejora el bronceado, porque barre la capa superior de piel escamosa que oculta un brillo fantástico. Esta exfoliación permite que el sol ataque más fuerte, de modo que no hay que descuidar la protección solar también en las piernas y en las zonas depiladas.

La piel debe estar previamente exfoliada unos días antes.

Dúchate antes o lava la zona que vas a depilarte con agua templada, para ablandar el vello y quitar los restos de crema o producto que puedas tener.

Evita depilarte en seco.

Escoge una buena maquinilla, para que no te corte o irrite la piel.

Al terminar la depilación, lava con agua fría, para cerrar los poros, y seca con cuidado.

Hidrata la piel, para que quede lo más suave posible.

Nunca cojas prestada la maquinilla de tu pareja o amiga. No es higiénico.

Trata de evitar depilarte nada más levantarte, porque la piel está más hinchada. Después de 20 o 30 minutos, la piel se vuelve más tensa y el vello se elimina mejor.