Pasión por la alta cocina
“Mi padre me enseñó que, en un restaurante, hay que hacer de todo: limpiar chipirones, barrer, hacer recetas, estar con los clientes y gestionar”.
Elena pertenece a la cuarta generación de miembros la familia Arzak que dirige el prestigioso restaurante desde que fuera inaugurado, en el año 1897, como casa de comidas. Cuando tenía 11 años, solía ir direc‑ tamente a la cocina del restaurante a su regreso de la escuela, y se ponía a pelar naranjas o limpiar calama‑ res, aunque solo le permitían que‑ darse dos horas, como mucho. Con la pasión por la comida en sus venas y con el objetivo de seguir los pasos de su familia pero también de hacerse un hueco por méritos propios, decidió formarse con los mejores. Estudió en la escuela de hostelería Schwezerische Hotelfachschule, de Suiza, y trabajó en algunos de los res‑ taurantes internacionales más cono‑ cidos de toda Europa, incluyendo elBulli, de Ferran Adrià, antes de vol‑ ver al que consideró siempre su hogar.
AFÁN POR INNOVAR
Desde su aterrizaje, en 1996, en las cocinas del restaurante con tres estrellas Michelin, Elena ha aporta‑ do técnicas muy novedosas y rom‑ pedoras, aunque sigue fiel al estilo de cocina tradicional vasca reno‑ vada, con excelente materia prima y grandes dotes de creatividad. Por ejemplo, ha confesado que una vez se inspiró en una construcción de lego que estaba haciendo su hijo para la estética de uno de sus platos.
En el año 2015, ella y su padre, Juan Mari Arzak, inauguraron su nuevo Laboratorio de Sabores, un espacio de investigación culinaria con elec‑ trodomésticos de alta tecnología que cuenta, además, con un especie‑ ro que atesora cerca de 2.000 ‘sabo‑ res’ de todo el mundo en forma de legumbres, flores, raíces, especias... Y es que, a Elena, le gusta describir la cocina ofrecida en su restauran‑ te como “singular, vasca, en evolu‑ ción, basada en la investigación y vanguardista”.
PRESTIGIO INTERNACIONAL
En los últimos años, Elena ha empezado a recoger los frutos de su gran trabajo y su afán de investiga‑ ción, al haber sido merecedora de distintos galardones, como el Pre‑ mio Nacional de Gastronomía, o la Mejor Chef Femenina del Mundo Veuve Clicquot.
En la actualidad, es ella quien dirige el restaurante ‑al que acuden cele‑ bridades de todos los rincones del mundo‑ y las asesorías con su padre. Ambos forman un tándem que se retroalimenta mutuamente.