Elegir las prendas que vamos a llevar cada día depende, en parte, del plan que tengamos en la agenda. Pero ¿qué imagen queremos dar? Las sensaciones que deseamos transmitir están directamente relacionadas con los colores que elegimos. Apunta estos consejos y acierta siempre.
NEGRO.
GRIS.
Es un comodín, debido a lo sencillo que resulta combinarlo, pero en exceso resulta aburrido y monótono. Si eliges las prendas adecuadas, la sofisticación y elegancia están aseguradas.
NARANJA O AMARILLO.
Desprenden alegría, positividad y energía, pero es cierto que son colores complicados de mezclar y pueden, incluso, provocar rechazo a causa de su intensidad. Si no eres muy decidida, mejor apuesta por colores neutros y complementos en estos tonos. Serán la chispa justa para levantar tu look y tu ánimo.
Es un básico, pero hay que tener cuidado. Por un lado, da una imagen de poder y autoridad, pero, por ese mismo motivo, puede complicar las relaciones, al no favorecer la comunicación y la empatía. Un total look en negro transmitirá tristeza si tu ánimo decae lo más mínimo o si no aciertas con los complementos.