EN EL OBJETIVO
¿Cómo están los bosques?
Aunque durante los últimos 30 años la masa forestal de nuestro país ha aumentado, el fuego y el cambio climático amenazan con una desertificación del territorio. El verano, con un alto riesgo de incendios, es una época crucial para nuestro medioambiente.
Todos hemos escuchado que, en la época de los romanos, una ardilla podría cruzar España de norte a sur saltando de árbol en árbol, sin bajar al suelo. Mito o realidad, lo cierto es que hoy sería imposible. La extensión de los campos de cultivo, junto con el desarrollo urbanístico y los incendios forestales han contribuido a una desertificación que llegó a su punto álgido a finales del siglo pasado. El último informe publicado sobre el estado de los bosques en el mundo, arrojó datos como que, desde 1990, se han perdido 420 millones de hectáreas. Ejemplos como lo ocurrido el año pasado en el Amazonas o a comienzos de este en Australia ilustran a la perfección cómo el verde va desapareciendo del mapa a pasos agigantados.
ESPAÑA ES DIFERENTE
Por el contrario, nuestro país puede presumir de todo lo contrario, ya que, aquí, la masa forestal ha aumentado casi un 10 % desde 1990. Las grandes campañas de reforestación han funcionado para evitar la desertificación del terreno, pero esto no es suficiente para impedir que se cumplan los pronósticos que anuncian que España será similar al Sahara en 2070.
Y esto afecta no solo al paisaje, también al clima. De no conseguir revertir los datos, dentro de treinta años, la temperatura media habrá subido varios grados, las olas de calor serán más frecuentes e intensas y las lluvias serán tan solo un recuerdo en algunas zonas del país.
EL VERANO ES LA CLAVE
Este verano, como lleva pasando últimamente, se prevé más caluroso y seco, por lo que el riesgo de incendios es muy elevado. España es el país con más peligro de grandes fuegos de toda Europa. Aun así, la prevención sigue siendo una de nuestras grandes asignaturas pendientes.
El año pasado, más de ochenta mil hectáreas se quemaron, más del triple que en 2018. La parte más triste es que muchos de esos incendios fueron provocados por el hombre.
EN ESPAÑA, TRES CUARTAS PARTES DEL TERRITORIO PODRÍAN DESERTIFICARSE SI NO SE TOMAN LAS MEDIDAS ACERTADAS.