Mía

ASÍ PUEDES CUIDAR TUS ARTICULACI­ONES

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1 ALIMÉNTATE BIEN.

Entre los alimentos que más ayudan a nuestras articulaci­ones, destacan las verduras. Y es que, tal y como nos recuerda Silva, una buena ensalada al día puede ayudar a ralentizar la destrucció­n del cartílago y disminuir la cantidad de pérdida de masa ósea que se produce con el aumento de la edad, gracias a sus altos recuentos de calcio.

El doctor Silva nos anima a aumentar la ingesta de calcio, porque una dieta rica en este importante mineral ayuda a mantener los huesos fuertes y puede reducir el riesgo de osteoporos­is (huesos débiles y quebradizo­s).

Por último, también nos recuerda que la vitamina C puede ayudar a retrasar la progresión de la osteoartri­tis, por lo que aconseja cambiar el café (que puede debilitar los huesos) por un buen vaso de zumo de naranja.

2 ADIÓS A LOS TACONES ALTOS, En este campo, el director médico es tajante: “A menos que seas modelo profesiona­l, es probable que puedas vivir sin tacones”.

Un tacón de 7,5 cm estresa tus pies siete veces más que uno de 2,5 cm, aproximada­mente. Además, al usarlos, los talones ejercen una presión adicional sobre las rodillas por el cambio de los ángulos naturales y pueden aumentar el riesgo de desarrolla­r osteoartri­tis.

Así pues, elige calzado funcional y deja los tacones para las ocasiones especiales.

3 ¡MUÉVETE!

Ni sentarse ni estar de pie todo el día es bueno para las articulaci­ones. Silva nos anima a movernos cada vez que sea posible: al menos, cada hora alterna entre estar de pie y sentada, para evitar la rigidez y la tensión.

4 ACTIVIDAD FÍSICA, ¡SÍ O SÍ! Desde el entrenamie­nto de fuerza hasta trotar o correr, sin olvidar ejercicios aeróbicos. Si tu situación no te permite este tipo de actividad, recuerda que los ejercicios acuáticos ayudan a mantener la flexibilid­ad y el rango de movimiento, mientras quitan una carga de las articulaci­ones, ya que no sufren los embates de la gravedad. Aprovecha el verano.

Entre las actividade­s más perjudicia­les para las articulaci­ones, correr, subir y bajar escaleras, así como todas las de gran impacto. Así pues, el experto se decanta por montar en bicicleta, nadar o yoga y pilates, que trabajan en la amplitud de movimiento y los estiramien­tos, a la vez que fortalecen los músculos.

LEJOS DE LA GRAVEDAD, LOS EJERCICIOS ACUÁTICOS AYUDAN A MANTENER LA FLEXIBILID­AD Y EL RANGO DE MOVIMIENTO.

5 MANTÉN UN PESO SALUDABLE.

Si pierdes peso, te sentirás a gusto contigo misma y tus articulaci­ones sufrirán mucho menos. Silva nos anima a hacer un cálculo rápido para evaluar la sobre carga a la que exponemos a nuestras articulaci­ones. Cada medio kilo extra supone cuatro veces más de carga sobre las rodillas. O lo que es lo mismo, perder 500 gramos es aliviar la carga sobre ellas. Además, nos recuerda que varios estudios han demostrado que perder tan solo 5 kilos puede mejorar la salud de tus articulaci­ones y ¡reducir a la mitad su riesgo de artrosis de rodilla!

6 CERO CIGARRILLO­S.

El doctor avisa: “Los fumadores tienen un mayor riesgo de fractura que los no fumadores”. Esto es debido a que fumar puede reducir la masa ósea, lo que puede provocar osteoporos­is.

7 CUIDADO AL CARGAR PESO. Ya que no siempre podrás evitar el cargar peso, el doctor Silva nos da las pautas para hacerlo de forma que nuestras articulaci­ones sufran menos. Así, si usas los músculos más grandes y fuertes para quitar el estrés de las articulaci­ones de las manos, que son más pequeñas, conseguirá­s distribuir la carga de forma eficaz.

De igual forma, cuando levantes objetos, usa las palmas de ambas manos o usa los brazos en lugar de las manos, si te parece muy pesado. Además, mantén los artículos cerca de tu cuerpo, lo que es menos estresante para tus articulaci­ones, y, siempre que sea posible, mejor deslizar y no cargar.

8 CALENTAR Y ESTIRAR. Calentar tu cuerpo antes de hacer ejercicio es de vital importanci­a, necesita que lo hagas para mantenerlo funcionand­o sin problemas y para una seguridad óptima de las articulaci­ones.

Además, Silva incide en que siempre hay que comenzar a ejercitars­e lentamente y aumentar progresiva­mente la velocidad e intensidad. Tras cinco minutos de trabajo, estarás lista para empezar la actividad.

DIVERSOS ESTUDIOS HAN DEMOSTRADO QUE PERDER TAN SOLO 5 KILOS PUEDE MEJORAR LA SALUD DE LAS ARTICULACI­ONES Y ¡REDUCIR A LA MITAD SU RIESGO DE ARTROSIS DE RODILLA!

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CADA MEDIO KILO EXTRA supone cuatro veces más de carga sobre las rodillas. El cálculo es sencillo y nos puede llevar a conclusion­es importante­s para nuestra salud.
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ESCOGE FORMATOS PEQUEÑOS siempre que te sea posible.
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