¿CUÁNDO HAY QUE CAMBIAR LAS MASCARILLAS Y CÓMO USARLAS CORRECTAMENTE?
RESPUESTA: Es un error pensar que por llevar mascarilla ya estamos protegidos. Es fundamental conocer cuánto tiempo podemos utilizar cada mascarilla y cambiarla para que sigamos protegiéndonos y protejamos a los de nuestro alrededor. Basándonos en las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, no es recomendable utilizar las mascarillas quirúrgicas, higiénicas y EPI, una vez se haya superado las cuatro horas. Si se humedecen o deterioran antes de cumplir ese tiempo, se deben desechar de inmediato y, en ningún caso, pueden reutilizarse, puesto que no se garantiza que conserven sus propiedades. Además, es imprescindible utilizar una mascarilla de nuestra talla, si esta no se ajusta correctamente, no tendrá la eficacia que debe. Tiene que ajustarse bien a la nariz y que cubra la barbilla.
A la hora de colocarte y retirarte la mascarilla, recuerda: 1
con un gel
Lávate las manos
desinfectante o agua y jabón antes de colocarte la mascarilla.
Toca la mascarilla únicamente por las gomas que van a las
Es fundamental cubrir la boca
orejas.
y la nariz en todo momento y evitar que queden espacios.
Evita manipular la mascarilla
mientras realizas la colocación, no la toques demasiado y, de hacerlo, que sea posterior a un lavado de manos.
Si en algún caso la mascarilla
cámbiala
llega a estar húmeda,
y no la reutilices más.
Para quitártela, lávate las manos y sujétala por las cuer- das o gomas, nunca por delante. Desecha la mascarilla usada en una bolsa o recipiente cerrado y, después, lava nuevamente tus manos con alco- hol o agua y jabón.
En cuanto a su cuidado, algunas de las grandes dudas surgen cuando acudimos a establecimientos en los que necesitamos quitarnos la mascarilla: ¿qué hacemos con ella y cómo debemos guardarla para que no pierda su efectividad? Como primera recomendación, ten en mente que, en ningún caso, la mascarilla debe dejarse encima de la mesa, tampoco airearla, ni colocarla en el brazo. Tampoco debes dejarla puesta y tirar de ella arriba y abajo cada vez que consumas algún alimento o bebida. La mascarilla debe guardarse, la cuestión concreta es dónde. No la metas en un bolso, una mochila o bolsillo. Tampoco en bolsas de plástico, puesto que retienen la humedad y pueden hacer proliferar otros organismos. Lo más recomendable es llevar siempre un sobre de papel, que absorbe la humedad, y, si no dispones de ninguno, optar por telas que posteriormente puedas desinfectar.