¿CÓMO PREVENIR EL DÉFICIT DE VITAMINA B9?
RESPUESTA: El ácido fólico o vitamina B9 es una vitamina esencial que el propio cuerpo humano no es capaz de sintetizar por sí mismo y, por ello, es necesario incluirla en la alimentación. La encontramos de dos formas: como folato, presente en algunos alimentos, y como ácido fólico, que es una variante del folato sintetizada y se encuentra en alimentos fortificados y suplementos dietéticos.
El folato es indispensable para la formación de coenzimas metabólicas, especialmente para las involucradas en la síntesis de los ácidos nucleicos. Su deficiencia se asocia con malformaciones congénitas (defectos de cierre del tubo neural y alteraciones en el feto), déficit del lenguaje o riesgo de desarrollo de enfermedades (diabetes, autismo o leucemia). También puede provocar una elevación del marcador de la homocisteína, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio. Además, puede ser la causa de otras alteraciones hematológicas con origen en la médula ósea y, a largo plazo, alteraciones de la mucosa de la cavidad oral, depresión, irritabilidad, insomnio, deterioro cognitivo, fatiga y psicosis.
En el caso de las embarazadas, un déficit de ácido fólico puede provocar problemas durante la gestación, como el desprendimiento de placenta o aborto espontáneo. Por ello, se recomienda la suplementación antes de la concepción y durante los tres primeros meses de embarazo.
Así, las cinco causas más frecuentes de déficit de ácido fólico son:
1 Ingesta inadecuada. El folato está presente en alimentos como las verduras de hoja verde, huevos, leche, hígado y frutas cítricas. Sin embargo, el consumo de estos alimentos no exime de sufrir un déficit de B9, ya que cocinarlos reduce significativamente su biodisponibilidad.
2 Condiciones que dificultan la absorción de nutrientes.
El folato se absorbe en el intestino delgado (en el yeyuno), por lo que todas las condiciones que dificulten la absorción de nutrientes predisponen al déficit de vitamina B9. Es el caso de la enfermedad celíaca sin tratar, síndrome del intestino corto, cirugías de derivación gástrica y enfermedades inflamatorias intestinales.
3 Consumo de fármacos. Algunos medicamentos, como antibióticos y antiepilépticos, contienen metotrexato, fenitoína, sulfasalazina y trimetoprima, que inhiben la absorción y utilización del folato.
4 La interacción metabólica entre ácido fólico y vitamina B12. La vitamina B12 es un cofactor esencial para el procesamiento del folato. Si existe déficit, el folato puede quedar atrapado en el interior celular y en el suero sanguíneo, incrementándose su excreción urinaria. Por tanto, las enfermedades que producen déficit de vitamina B12, como el alcoholismo, el embarazo, las anemias de tipo hemolítico o la terapia de diálisis predisponen para el déficit de ácido fólico.
5 Deficiencia genética de MTHFR. Se estima que uno de cada dos españoles presenta una deficiencia en esta enzima que provoca que el ácido fólico no pueda ser usado para disminuir la homocisteína. Esto aumenta el riesgo de enfermedades tromboembólicas y preclampsia y abortos durante el embarazo. Se recomienda que estas personas controlen más frecuentemente sus niveles de homocisteína y ácido fólico, por si es necesario una suplementación.