TOMA EL SOL SIN DEJARTE LA PIEL

Más que tomar el sol, tenemos que aprender a dosificarlo. Procura que tu piel lo reciba de la mejor manera posible. Estas son las claves:

PACIENCIA. El mejor bronceado no se consigue en un día, sino con exposiciones paulatinas que van preparando la piel y la ayudan a protegerse de forma natural.

CON TIEMPO. Aplica el protector solar antes de salir de casa y renueva su aplicación, sobre todo, después de cada baño.

NO ABUSES. Expón tu piel al sol de forma progresiva evitando las horas de mayor radiación (entre las 12 h y las 16 h).

SÉ GENEROSA. En el caso del protector, la cantidad es importante para que cubra toda la piel. Si escatimas producto, bajas su eficacia.

ZONAS DELICADAS. No te olvides de aplicar el protector en el contorno de ojos, labios, nariz, pómulos, orejas, empeine del pie y hombros. Incluso las pieles morenas pueden sufrir quemaduras en zonas tan delicadas como el escote o antebrazos.

LA EDAD IMPORTA. A partir de los 45 años, se producen alteraciones que pueden dar lugar a la aparición de manchas. Protege tu piel con más motivo.

CON EL SOL NO SE JUEGA. Protege la piel de los más pequeños, es responsabilidad de los adultos. No expongas al sol a los niños menores de 3 años y protégeles siempre con un fotoprotector adecuado a su piel inmadura. Cuanto más importante ha sido la dosis de radiación recibida, mayor es el riesgo de aparición de cánceres en la edad adulta.

CALMA DESPUÉS DEL SOL. Utiliza aftersun para reparar la piel del daño solar, aportándole alivio e hidratación.

SI DUDAS… ¡consulta! Si adviertes que una peca o lunar cambia de forma, tamaño o color, consulta con tu dermatólogo.

AGUA PARA TODOS. El sol deshidrata nuestro organismo, por eso, hay que beber más agua en época de calor. Vigila que también lo hagan los niños y personas mayores a tu cargo.

SECA LA PIEL Y REAPLICA. Un gesto importante después de cada baño. El efecto lupa de las gotas de agua favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares, aunque estos sean resistentes al agua.

RESISTENTES AL AGUA. Elígelos si te bañas en el mar o la piscina o si practicas deporte, para evitar que el sudor elimine el producto.